JUAN BAUTISTA HUMET

 Ayer escuché la noticia de que el cantante valenciano Juan Bautista Humet falleció el pasado domingo 30 de noviembre del 2008.

 

La primera vez que escuché el nombre de Juan Bautista Humet tendría yo unos 12 o 13 años, no más. Fue en una visita que hice con mis padres a casa de unos familiares de mi madre. Allí, la hija de la casa que tendría unos 19 años, me llevó a su cuarto y me enseñó sus cosas, entre ellas sus discos. Era la primera vez que yo veía un disco y un tocadiscos, todo mi mundo musical se reducía a radio, cintas y cassettes. De entre los que ella tenía me destacó unos cuantos de su “cantante favorito”, Juan Bautista Humet, alguien de quien yo no había oído hablar para nada y que además no tenía, ni de lejos, la apariencia necesaria para ser un “cantante favorito”. Al menos no para lo que en mi colegio de entonces tomabamos por “cantante favorito”, alguien guapo, fotogénico, famoso, y que cantase canciones de amor adolescente…. vamos, practicamente lo mismo que hoy en día.

Recuerdo que después de aquella visita comenté a mis compañeras de colegio que había estado con alguien para quien su “cantante favorito” era Juan Bautista Humet. El comentario fue en plan jocoso, casi despectivo, y surtió su efecto. Todo el grupo de amigas se rió conmigo. Para todas nosotras, alguien como Juan Bautista Humet no podía ser un “cantante favorito” de los que inundaban las portadas de nuestros libros y cuadernos.

Algún tiempo después, aún resonando su nombre en mi cabeza (nunca he podido olvidar aquel escarnio), escuhé muy a menudo a Juan Bautista Humet. Me encantaba. Y saboreaba sus letras con auténtico delirio y admiración. Eso significó para mi la “penitencia” (cumplida con auténtico agrado) por haberme reído en su momento de Juan Bautista Humet.

Lo que hoy no puedo quitarme de la cabeza es un nuevo sentimiento de culpa. Un sentimiento de culpa por no haberme vuelto a preguntar, en más de 25 años desde aquella época, que habría sido de Juan Bautista Humet, por qué no había vuelto a oir hablar de él, qué hacia…. Hoy leo en el periódico que se retiró de los escenarios a mediados de los 80 para montar una empresa ajena al mundo de la música. Volvió hace unos cuatro años creando un nuevo sello discográfico (Validance), con el que editó un único CD (“Sólo bajé a comprar tabaco”), que pasó sin pena ni gloria por el panorama musical español. Saber todo eso hoy no me reporta ningún sentimiento redimidor, porque Juan Bautista Humet murió el día 30 de noviembre, sin haberme preguntado yo siquiera una vez, si su “Clara” habría encontrado por fin, la puerta de salida. Descanse en Paz.