FOLIO EN BLANCO
Veo el folio en blanco como el fondo de un espejo. A veces hasta me devuelve una visión proyectada de mi misma que ahonda en mis entresijos más que el propio reflejo del espejo. Trato de poner la mente en blanco y me asaltan historias como un torrente caudaloso de vidas por relatar. Pero solo con asomar mis ojos al abismo blanco de la página virginal, todas esas historias se diluyen como el agua en el mar. Acudo entonces a mi interior. Me imagino. Traslado mi mente a otros paisajes, a otras blancuras. Sobre ellas dibujo montañas, nubes, soles, y otros ojos que los contemplan. Cuando nuestras miradas se cruzan es cuando se produce el milagro. No se trata del folio, se trata de la mirada. Una mirada que a veces calla, pero que casi siempre grita. Atrapar ese llanto es atrapar la historia. Lucho por asirla. Peleo por hacerla mía, mientras sigo escuchando su grito. Me llama, me avisa, gesticula incluso. Sus huellas aparecen en el paisaje, deja rastros de polvo y lágrimas, sigue gritando. Escucho y miro. Callo y cierro los ojos. Sonido y luz devuelven a mi mente su historia como proyectada en el espejo. Viajo a través de él. Me dejo llevar. Empequeñezco. La imagen se agranda, el sonido se hace trueno. Sopla el viento sobre mi rostro. Viene algo hacia mí, mientras mi yo se zambulle en la imagen del espejo, que ahora es folio en blanco. Y entonces se produce el milagro. ¡Escribo!
AlmaLeonorLP
Inauguro con este microrrelato una sección dedicada a textos cortos, a veces cortísimos, que voy escribiendo y guardando de vez en cuando. Una versión reducida de este le envié hace poco a una página de Facebook en la que pedían microrrelatos para un concurso digital. No fue seleccionado, así que voy a utilizarle para empezar esta sección. Todas las ilustraciones serán imágenes que he subido o están por subir a mi cuenta de Instagram.
AlmaLeonorLP