LAS PERSONAS DE LA HISTORIA

“De la historia no podemos sacar instrucciones claras para tomar decisiones hoy, ni un plan de acción para anticiparnos al futuro. Ya hemos visto lo que puede suceder cuando los líderes políticos y de opinión afirman que están aplicando las lecciones del pasado. La historia tiene tanto alcance y una naturaleza tan proteica que una persona puede encontrar en ella justificación o ejemplos previos para cualquier cosa que desee hacer, sea buena o mala. La historia y sus personas nos brindan más que un humilde conocimiento y un humilde estímulo: el de que somos hasta cierto punto seres de nuestra época, pero capaces de trascender o poner en cuestión los límites. Tengo la esperanza de que esos individuos del pasado […] nos arrojen cierta luz a nosotros hoy sobre la complicada naturaleza de la humanidad, y sus muchas contradicciones, incoherencias, maldades y locuras, pero también sobre sus virtudes. Por encima de todo, las personas de la historia nos hacen conscientes de la enorme capacidad para el bien y el mal que todos poseemos”.