ALMAS PARA EL RECUERDO: DENNY DENT, EL ARTISTA ICÓNICO

ALMAS PARA EL RECUERDO: DENNY DENT, EL ARTÍSTA ICÓNICO

Hay artistas cuya vida casi trasciende su obra y cuya obra es transcendente durante toda su vida. A veces, incluso en una simbiosis tan única que hacen difícil distinguir una de otra y, por ende, muy fácil de identificar la una a través de la otra. Un ejemplo sería Andy Warhol, artista polifacético al que prácticamente todo el mundo reconocería como autor de sus obras y estas, a la vez, significan tanto su vida, que ambas resultan icónicas. Lo mismo sucede con un pintor extraño, muy rápido y extravagante, que pintaba con ambas manos (e incluso con los pies) y al que mucha gente identifica como “el pintor del Rock”. Me estoy refiriendo a Denny Dent (1948-2004).

De casta le venía el galgo, pues el abuelo y la madre de Dent eran artistas, ambidiestros y, según afirmaba su abuelo, descendientes del mismísimo Tiziano. Más tarde, Dent se vería influenciado por la obra de D. Westry, un artista que decía haber inventado el “Speed Art”,  que explotaba en eventos pictóricos en los que demostraba su destreza. Westry se hizo famoso como ganador de varias ediciones de “The Talent Show King”  con su arte a cien por hora.

Dent se maravilló con esta habilidad y alcanzó su propio y rápido estilo en 1980, con una pintura de John Lennon. Desde entonces fue imparable. Su siguiente actuación, autodenominada “Two-Fisted Art Attack” (ataque de arte con dos puños), fue ya todo un espectáculo. Sobre un lienzo negro de casi dos metros de alto, y bajo acordes musicales a ritmo de rock, Dent, hasta con tres pinceles en cada mano, incluso solo con ellas desnudas, completaba un retrato con cada canción.

Actuó en muchos espectáculos y eventos y festivales deportivos y llegó a actuar en el Salón de la Fama del Rock & Roll. Pintó a Beethoven con el acompañamiento de la Orquesta Sinfónica de Colorado, al Papa Juan Pablo II en la Jornada Mundial de la Juventud en Denver, y al mismísimo Martin Luther King, Jr. en una obra donada a su familia para ser expuesta en la Biblioteca King.

En el Concierto de Woodstock del 94 era ya un artista reconocido y se presentó ante el público (unas 300.000 personas) como el único capaz  de pintar a ritmo de rock, en un pequeño lapsus de tiempo y con ambas manos e, incluso, con sus pies, aunque esto último no solía hacerlo en público y lo llamaba «dance on canvas» (danza sobre el lienzo). Su repertorio presentaba obras que representaban a John Lennon, Jimi Hendrix, Elton John, Mick Jagger, Billy Joel, Frank Sinatra, Tina Turner, Jimi Hendrix, el general Colin Powell, Jack Niklaus (estrella del golf) o el mencionado Martin Luther King, Jr. por citar algunas de las figuras que retrató, entre las que incluyó iconos deportivos, artistas, genios de las finanzas, políticos… Era todo un espectáculo.

«No es lo que haces, pero la forma en que lo haces es importante. Lo que sea que hagas … hazlo con todo tu corazón. Sé lo que eres … sé creativo».

Sin embargo, no se quedó solo con pintar. Denny Dent fue conocido también por los encendidos discursos a voz en grito que ilustraban sus espectáculos mientras pintaba y sonaba la música rock. Se refería habitualmente a una especie de epifanía sobre una misión salvífica del arte a través de sus obras. Para entonces era uno de los artistas más aplaudidos en el famoso Caesars Palace de Las Vegas.

Muchas de las pinturas de Dent se han hecho famosas. Por ejemplo una que realizó al expresidente Gerald Ford en apenas ocho minutos durante un espectáculo, o la de Albert Einstein que se exhibe en la Sala de Conferencias del St. Louis Community College, pero la que la mayoría de la gente conoce es la que se puede ver a menudo en las paredes de la famosa casa de subastas de Las Vegas, protagonista del programa de televisión Pawn Stars.

Es un cuadro de Jim Morrison al que Rick, el dueño de la tienda, ha colgado un cartel que dice “No está en venta”. Un artista al que uno puede hacerse adictivo, sin duda.

AlmaLeonor_LP

 

 

A %d blogueros les gusta esto: