MAS DÍAS QUE LONGANIZAS

Cuenta José Ortega Zapata que en Valladolid había una celebración similar a la de las Águedas (5 de febrero) de la segoviana Zamarramala, pero que se celebraba el día 4 de noviembre. Ese día todo Valladolid se acercaba en romería a la explanada de Zaratán a bailar y a comer los embutidos de la localidad, de donde, colige el poeta, puede tener su origen una expresión de uso popular:
“Aquel día, el alcalde ‘abdicaba’ en su mujer, si era casado, o en una parienta. La ‘alcaldesa’, revestida de toda la autoridad ‘edilicia’, y empuñando la vara y cubriendo la cabeza con la montera castellana, recorría, escoltada por los alguaciles, el pueblo, exhibiéndose por todas partes y pavoneándose con las mejores sayas del fondo del arca. El alcalde, que ya los había en 1835, si alguien hubiese acudido a él para asunto de importancia, habría dicho: Hoy no mando yo; mañana será otra cosa, porque ‘hay más días que longanizas’. Alusión a las que se estaban merendando y acaso origen del refrán”.