KIM NOVAK (13-02-1933)
LAS ACTRICES FAVORITAS DE MI PADRE
Picnic, que vi con mi padre al menos un par de veces cuando ya era adolescente ―después la he visto varias veces más, es una de mis preferidas―, era una película que él ya conocía bien, pero nunca contaba lo que venía después, como sí solían hacer mi abuela o mi madrina con la novela de la radio. No. Mi padre solo hacía algún gesto ―se removía en el sillón, se llevaba la mano a la cabeza atusándose el pelo nerviosamente, cosas así― que evidenciaba que iba a ocurrir algo, quizá grave, quizá erótico o escabroso, o que iba a aparecer un bello plano de una de sus actrices favoritas.
Porque Kim Novak lo era ―aunque fuese rubia la mayor parte de las veces en sus filmes, «un rubio diferente al de otras», decía mi padre― y en esa película rezumaba un erotismo casi impropio de la época en la que fue rodada y sonrojante, como poco, en los años en los que yo la vi con él, a principios de los setenta. Hace mucho de eso, pero se me quedaron grabados en la memoria los momentos en los que mi padre más se removía en su asiento. Por ejemplo, con aquel baile en el que el antihéroe por excelencia, William Holden (William Franklin Beedle Jr) y Kim Novak, vivían una pasión prohibida al son de la música. Holden fue mi prototipo de hombre favorito desde entonces. Lo sigue siendo.
AlmaLeonor_LP