Hoy es muy gris el día.
Me cambiaré al llegar, los zapatos mojados,
Me sentaré tranquila en mi ventana,
Esperaré que pase mi otoño amarillo y marrón
Esperare que Tape la nieve el invierno desnudo.
Y, otra vez miraré llegar la primavera.
Luz Sánchez
El Otoño en el hemisferio norte entra hoy, 23 de septiembre, justo a la hora en la que se publica este post, a las 09:50 hora peninsular.
El otro día me vi los cinco primeros capítulos (los únicos disponibles en HBO por el momento) de la serie noruega “Beforeigners”, que significa “Visitantes”. El planteamiento es curioso, pues se trata de gentes de otras épocas históricas que un buen día aparecen en los mares de todo el mundo. La serie se centra en lo que ocurre en Noruega, en Oslo, tras varios años de llegadas, pero los visitantes aparecen en todas partes y siguen llegando. Y más curioso aún es que una de esas visitantes, una mujer vikinga, una guerrera vikinga para ser más exactos, acaba siendo policía tras un curso de entrenamiento en la academia, y la colocan como compañera de un policía drogadicto (Lars Haaland, interpretado por Nicolai Cleve Broch) que se ha separado de su mujer y esta vive con su nueva pareja, un hombre del siglo XIX también llegado como visitante. El lío está servido. Un matrimonio separado no solo por sus diferencias conyugales, sino también por la procedencia histórica de sus parejas… aunque una sea marital y la otra laboral.
En realidad esto de una pareja atípicade policías ni siquiera es un argumento novedoso, pues hay muchas, muchísimas, series policíacas que se centran en una pareja mixta, hombre y mujer habitualmente, aunque también del mismo sexo, en la que uno de los dos tiene un “poder” especial, una percepción especial, una sabiduría especial… con la que resuelven casos. Ya saben, o es un escritor (“Castle”), o es un medium (“Medium”), o es un falso médium (“El Mentalista”), o es un Sherlock Holmes moderno (“Sherlock” y “Elementary”), o es un inmortal (“Forever”), o es un vampiro (“iZombie”), o tiene una memoria ultraprodigiosa (“Imborrable”), o es un esquizofrénico con alucinaciones (“Perception”), o es un extraterrestre (“Alien Nation”), o… es decir, series de parejas de policías con uno de los miembros, cuanto menos, extraño, las hay a patadas últimamente… Y esta de “Beforeigners” es una de ellas, un policía y una mujer del pasado que es su compañera en el cuerpo.
Esta serie, sin embargo, me resulta original, aunque solo sea por el escenario noruego que permite extasiarse con sus paisajes y huir de las sempiternas calles estadounidenses, porque, en realidad, el desarrollo de los personajes parece un poco cogido por los pelos: un neandertal (en pelota picada) que monta una agencia de vigilantes, una vikinga que pese a llevar años en este tiempo no usa compresas, un tipo del siglo XIX que acude a un consejero matrimonial… en fin. La trama aún está por desentrañarse, pues al parecer hay algo extraño y oculto en esas “llegadas” de otro tiempo, y ya se verá por donde va este asunto o las líneas argumentales de cada uno de los protagonistas, que, por otro lado, mantienen las mismas tribulaciones personales… que si las drogas, que si la convivencia con hijos adolescentes, que si las enfermedades, que si los envidiosos compañeros de trabajo, que si los amigos juerguistas, que si un novio del pasado (en este caso MUY del pasado)…
Hay dos cosas que me han llamado la atención y me tienen enganchada a esta serie. Una, es el tono de voz de la vikinga (Alfhildr Enginsdottir, interpretada por la actriz Krista Kosonen) cuando habla en protonórdico, que es subyugante, o al menos a mi me lo parece. Y la otra, su música… la canción de cabecera “Ain’t No Love In the Heart of the City” (No hay amor en el corazón de la ciudad), de Bobby «Blue» Bland es una preciosidad que lamento no haber conocido antes.
Una banda sonora muy cuidada la de esta serie, lo que, por otro lado, es algo de lo que se ocupan muy seriamente en los últimos tiempos tanto en televisión como en cine. Aquí pueden ver y escuchar el resto de temas musicales de la serie.
Pero lo que quería yo destacar de «Beforeigners» es que no han querido sustraerse del racismo y la xenofobia de nuestro tiempo. Ellos no vienen de otro país, no son inmigrantes, son noruegos como los demás, pero no son de este tiempo, son del pasado. Y eso hace que haya protestas por su presencia y pintadas instándoles a volver a su casa… ¡¡pero si ya están en ella!! Y si nos ponemos “puretas” tienen más derecho a estar ahí que los «noruegos actuales», aunque solo sea por antigüedad… Me resulta fascinante como un argumento tan manido últimamente contra los inmigrantes, que vienen de «fuera», puede demostrar ser tan obsoleto solo con cambiar ubicación por tiempo… A ver cómo evoluciona esta parte de la trama en los próximos episodios…
Hay un Upanishad del siglo VII a.C. en que los dioses védicos están reunidos, y ven una extraña cosa amorfa delante, una especie de niebla, y preguntan: «¿Qué es eso?». Ninguno sabe lo que puede ser. Uno de ellos sugiere: «Iré a ver de qué se trata». Y va hacia esa cosa brumosa y dice: «Soy Agni, el Señor del Fuego; puedo quemar cualquier cosa. ¿Quién eres tú?». Y de la niebla sale una pajita, que cae en el suelo, y una voz dice: «Veamos si puedes quemar eso».
Agni descubre que no puede quemarlo. Así que vuelve a los otros dioses y dice: «¡Qué extraño es esto!». Se adelanta el Dios del Viento: «Probaré yo». Allá va, y sucede algo parecido. «Soy Vayu, Señor del Viento. Puedo arrastrar cualquier cosa.» Otra vez cae al suelo una pajita: «Veamos si puedes arrastrar esto». Y no puede.
El también regresa. Entonces Indra, el más grande de los dioses védicos, se aproxima, pero cuando está cerca la aparición se desvanece, y donde había estado se materializa una mujer, una mujer hermosa y misteriosa, que instruye a los dioses, revelándoles el misterio del fundamento de su propio ser. «Esto es el misterio último de todo ser», les dice, «del que vosotros mismos habéis recibido vuestros poderes. Y puede anular vuestros poderes, según Su voluntad.» El nombre indio para ese Ser entre los seres es brahman, que es un nombre neutro, ni masculino ni femenino.
Y el nombre indio para la mujer es Maya-Shakti-Devi (Diosa Dadora de Vida y Madre de las Formas). Y allí, en este Upanishad aparece como maestra de los dioses védicos en cuanto al fundamento último y fuente de sus poderes y existencia.
Es la sabiduría femenina.
Es la mujer como dadora de formas. Es la que dio vida a las formas y sabe de dónde provienen. Vienen de lo que está más allá de lo masculino y femenino. De lo que está más allá del ser y el no ser. A la vez es y no es. Ni es ni no es. Está más allá de todas las categorías del pensamiento y la mente.
Estoy absolutamente emocionada con este evento organizado desde la Editorial Guante Blanco, que tendrá lugar el próximo día 4 de octubre en Vitoria-Gasteiz. Ahí estaré junto a grandes entre los grandes: Julio Corral San Román, Yvan Figueiras-Ruiz y Oscar Fábrega Calahorro, además del gran Enrique Echazarra.
Me emociona por varias razones… En primer lugar porque Vitoria es una ciudad a la que prometí volver y me encanta poder hacerlo en octubre… en segundo lugar por las ganas que tengo que volver a encontrarme en persona con Óscar Fábrega Calahorro y conocer a los grandísimos escritores que estarás presentes en el acto… y en tercer lugar, aunque no menos importante, porque ya tenía ganas de volver a hablar de LA MENTIRA Y LOS MENTIROSOS DE LA HISTORIA, de la que no he vuelto a hablar desde la Feria del Libro de Valladolid, así que estoy absolutamente emocionada y agradecida
Para Elphin soy el primer bardo en jefe.
Mi país original es la región de las estrellas del verano;
Idno y Heinin me llaman Merddin,
Pero más tarde los reyes han de llamarme Taliesin.
Estuve con mi Señor en la más alta esfera,
Caí con Lucifer en las profundidades del infierno.
He llevado un pendón ante Alejandro;
Sé los nombres de las estrellas de norte a sur;
He estado en la galaxia en el trono del Distribuidor;
Estuve en Canaán cuando Absalón fue muerto;
Llevé el Espíritu Divino al nivel del valle de Hebrón;
Estuve en la corte de Don antes de que naciera Gwdion.
Fui instructor de Eli y de Enoc;
Me dio alas el genio del espléndido báculo;
He sido locuaz desde antes de que me fuera dado el don de la palabra;
Estuve en el lugar de la Crucifixión del Misericordioso Hijo de Dios;
He sido tres veces aprisionado en la prisión de Arianrod;
He sido jefe máximo de los trabajos de la torre de Nemrod:
Soy un milagro cuyo origen no se conoce.
He estado en Asia en el Arca con Noé,
He visto la destrucción de Sodoma y Gomorra;
Estuve en la India cuando Roma fue construida,
Y ahora vengo aquí, a las ruinas de Troya.
Estuve con mi Señor en el pesebre del asno;
Conforté a Moisés a través de las aguas del Jordán;
He estado en el firmamento con María Magdalena;
Obtuve la musa del caldero de Caridwen;
He sido el bardo del arpa de Lleon de Lochlin.
He estado en la Colina Blanca, en la corte de Cynvelyn,
Estuve por un día y un año en cepo y grilletes,
He sufrido hambre por el Hijo de la Virgen,
Me he nutrido en la tierra de la Deidad,
He sido el maestro de todas las inteligencias,
Soy capaz de instruir al universo entero.
Estaré sobre el rostro de la tierra hasta el día del juicio
Y no se sabe si mi cuerpo es de carne o de pescado.
Luego, estuve durante nueve meses
En el vientre de la bruja Caridwen;
Originalmente fui el pequeño Gwion,
Y ahora soy Taliesin.
El mes de Septiembre, que comienza hoy, era originalmente el mes número SIETE del año, mes del inicio de LIBRA. Entramos en los meses con «r» del calendario, la antesala del OTOÑO… para algunos tiempo de melancolía. Es el mes de mi estación favorita, de mi signo zodiacal y de mi número de la suerte… y la canción es preciosa en la voz de Bruno Lomas