¿CUANDO TE VOLVERÉ A BESAR?

Decías en aquel viaje que te apenaban los monos de Gibraltar; que ellos no veían ni oían, pero lo peor era que, con su boca tapada, no podrían besar. Ni siquiera pensabas en que lo que representaban era que no podían hablar, que no podían decirse te quiero. Pero a ti te importaba más que no se pudieran besar. Para ti era lo peor que les podía pasar, lo peor que le podía pasar a alguien…, a ti…, a nosotros. No poder besarnos. No sentir el roce de unos labios que hoy apenas tienen tiempo y ganas de decirse te quiero con palabras.
¡Estabas equivocada! Ahora lo sé. ¿Recuerdas aquella lámina de Magritte en aquel café donde nos conocimos? No comentaste nada, pero te descubría un rictus de desagrado cada vez que la mirabas. Un día me dijiste que no te gustaba nada aquella pintura. Yo pensaba que sufrías por los amantes que no juntaban su boca, si no su velo, porque ellos eran como los monos de Gibraltar que tampoco se podían ver, y que, aunque se besaban, no se podían tocar ni sentir… Pero no era por eso. Tú decías que lo que significaba esa pintura para Magritte era una terrible historia. Una historia de muerte, la de ese velo mojado. La muerte siempre dibuja una terrible historia, como la que estamos viviendo hoy… aquí.
¡Pero no quiero que sea así! Y no será así cuando esto pase. Tal vez Magritte nos ofrecía una ventana de esperanza en la desesperanza de su obra. Un deseo. Tal vez él viera más allá de ese paño que cubre a los amantes y que cubre también a los cadáveres…, y que ya no sienten. Tal vez nos estuviera avisando de que un velo oculta, pero también muestra. ¡Piénsalo! Si dos amantes se besan aun sin verse el rostro, su amor es tan ciego como verdadero. ¡Como nosotros!, que curamos sin mostrar el rostro, y no es tan solo trabajo. En Los amantes de Magritte no son los convencionalismos, no es la apariencia, no es la banalidad de un encuentro fortuito, no es la frugalidad de un momento… ¡Es la eternidad! La inmensa eternidad de un beso. No importa que nadie sepa lo que hay detrás de ese velo o detrás de nuestro día a día, porque no es ni siquiera necesario adivinarlo. Se sabe. Es…
—No os quitéis la mascarilla, cariños, vienen más pacientes…
AlmaLeonor_LP

Relato propio relacionado con el periodo de confinamiento obligado por la pandemia de la COVID, basado en la obra de Rene Magritte, y que fue incluido en la obra CUANDO ESTO PASE… UN PROYECTO COMUNITARIO CONSTRUIDO DURANTE EL CONFINAMIENTO, de Oscar Fábrega Calahorro para la Editorial GUANTE BLANCO, y que puedes adquirir aquí, o pinchando en la imagen superior. Me ha parecido que debía traerlo aquí precisamente hoy, 13 de abril, el Día Internacional del Beso .
AlmaLeono_LP
Cuando la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y los laboratorios se ponan de acuerdo que vacunas si y cuales.
Cuando el Govierno central y los Autonómcos remen en la misma dirección.
Cuando algunas personas dejen de hacer trapichelas para saltarse los cierres perimetrales, empezareos a mejorar. Mientas tanto ajo…. y agua…. y tres meses mas de medidas extrahordinarias.
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Es un relato basado en las vivencias durante el confinamiento, Juan. No va más allá, pero en todo caso me gustaría escuchar simplemente que nos volveremos a besar y abrazar cuando la COVID nos de tregua. Todas esas medidas son por nuestra salud y nuestra vida. Debemos tener eso siempre presente.
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