CABALLO AZUL
En un caballo azul
hacia otros mundos
amparada en las sombras
más sombras de la noche
ha optado por marcharse.
Llevaba un largo tiempo
siguiéndole la estela
al barco de Rimbaud
cuando surcaba indómito
un pueblo de palomas.
Hablaba impenitente
de ciertas imprecisas latitudes
en donde los minutos
se dividían por dos
o se multiplicaban
por esporas.
Adquirió la costumbre de imitar a los gatos
cuando anuncian las albas
desde las azoteas
y van a ras de suelo
maullándole a Gardel.
Nosotros no advertimos que en silencio
nos mandaba un mensaje de paz y despedida
tras el sinfín de cruces que cargaba en los hombros
y el sueño que de niña soñó sin decir nada
sobre una estrella huérfana.
Se ve que se ha llevado tantísimos recuerdos:
la risa de los niños, los muchos ruiseñores,
la hilera interminable de rosas y jazmines
y el ansia de volar.
En un caballo azul
amparada en las sombras
más sombras de la noche
siguiéndole la estela
al barco de Rimbaud
cuando surcaba un pueblo de palomas
ha optado por marcharse.
JOSE MIGUEL JUNCO EZQUERRA.
El Día Azul
30 de septiembre de 2021