EL NAUFRAGÍO

EL NAUFRAGÍO

Imagen: Ivan Madzharov.

Han pasado casi cuarenta años de aquel fatídico día en el que naufragamos. Hoy he recibido un paquete. Es una caja como aquella que yo envié, sin remite ni destinatario. No sé quien la ha dejado en mi puerta, pero no me atrevo a abrirla. Por alguna extraña razón, sé que encontraré mi propio brazo ahí dentro. Soy Patrick Macnamara y el diablo viene a obligarme a cumplir mi promesa.

—/—

Me embarqué en aquel carguero sin esperanza ninguna, era una oportunidad como cualquier otra de encontrar trabajo, “una ocasión única”, me dijeron. Y lo creí. Yo era un simple carpintero irlandés sin fortuna. Aprendí el oficio al lado de mi padre, en los muelles de Bristol, cuando el trabajo no escaseaba. De repente, todo se fue al garete. Mi padre apareció muerto en una taberna. Nunca supe muy bien lo que ocurrió, pero, me encontré solo y huérfano a mis veinte años. Y sin futuro. Alguien me dijo que me embarcara. Que América era el paraíso. Allí había trabajo y oportunidades para alguien como yo. Era febrero de 1928 y todo bullía en América. Nada quedaba en las viejas islas para mí.

Trabajé a bordo para pagar mi pasaje. Todo iba bien. El cocinero, un cubano mulato más grande que un armario ropero, se apiadó de mí y me pasaba alguna manzana o lo que pudiese de la cocina para que no falleciera de hambre. Otro marinero, inglés, y solo un poco mayor que yo, de nombre Luke Phillips, era mi compañero de litera y de partida. Todas las tardes, antes de retirarnos a dormir, jugábamos a las cartas con otros marineros. Él me había dado algunas lecciones para trampear a los demás y nos sacábamos unos cuartos que luego nos repartíamos. El capitán se enteró un día y nos apaleó con su fusta delante de todos, prohibiéndonos volver a jugar. Las tardes se hicieron, entonces, tediosas.

Hasta que llegó la tormenta.

Nos pilló durmiendo. No tuvimos tiempo para nada. De repente, el cielo y el mar parecieron una sola cosa, un aterrador torbellino de agua, negrura y ruido que nos hubiese arrastrado hasta el fondo con el mismo barco de no ser por Magnus Sorensen, otro marinero, de origen danés y fuerte como un toro, que logró sujetar un bote antes de que desapareciera en la nada, y nos ayudó a subir a bordo. Cuando todo se calmó no vimos ningún superviviente más. El barco había desaparecido. En el exiguo bote, agotados, empapados y muertos de miedo, nos encontrábamos el capitán Archibald Cummings, el cocinero Mauritius, Sorensen, Phillips y yo.

Permanecimos en silencio durante horas, mirándonos furtivamente, castañeteando los dientes, sin atrevernos ni a movernos del sitio. Solo teníamos un exiguo barril de agua que Mauritius consiguió izar. Antes de que volviera a anochecer, abrazado a ese barril, fue él quien habló por primera vez.

—¡Vamos a morir todos!

Pero sobrevivimos. Solo nosotros y el cielo sabe cómo lo hicimos. Habían pasado seis meses cuando nos encontraron a la deriva en aquel exiguo bote que ya empezaba a hacer aguas. Desperté en un hospital días después. Alcé los brazos. Vi mis dos extremidades. Estaba vivo.

Una semana más tarde, todos mis compañeros y yo abandonábamos el centro hospitalario. Entonces, me obligaron a hacer una promesa. Yo debía cumplir el trato que hicimos a bordo al poco del naufragio. Nadie debía saber cómo sobrevivimos y, además, tenía que entregar mi parte, como hicieron los demás. Me dieron un año de plazo. Les juré que lo haría y cada uno nos fuimos por nuestro lado. No nos volvimos a ver.

—/—

Creía que nadie respondería a mi anuncio, pero lo hicieron. Habían pasado ya más de diez meses. Pensé que nunca lo conseguiría, se me acababa el tiempo. Pero recibí una carta. Un hombre, en Nueva Inglaterra, en la ciudad de Boston, se ofrecía a entregarme lo que había pedido. No las tenía todas conmigo. No era un encargo cualquiera y no todo valía. Tenía que ser exacto. Quedamos en vernos y unos días más tarde se presentó en mi casa.

Yo había conseguido un buen empleo como matarife en el mercado de Nueva Jersey. Era joven y aprendí enseguida el oficio. Las cosas no iban muy bien en el país, pero seguía habiendo trabajo allí y yo ganaba un buen sueldo. El hombre que recibí una soleada mañana de finales del invierno de 1929 tenía mi edad, pero estaba famélico. A él no le iban las cosas tan bien como a mí. Cuando le vi, entendí por qué me pidió que le pagara el billete como anticipo a sus honorarios.

—¿Por qué ha accedido usted a mi petición?

—Por hambre…

Él no lo notó, pero su respuesta me dejó clavado en el suelo. Unos terribles recuerdos acudieron a mi mente. El hambre. Nadie sabe lo que es eso hasta que se aferra a su garganta y a su mente hasta obligarte a hacer cosas que nunca harías. Cosas que nunca confesarías. Cosas terribles, maléficas, inhumanas. Yo lo sabía bien. Era la culpa que arrastraba, la deuda que debía saldar.

—¿Cumple usted todos mis requisitos?

—Sí.

—¿Pelirrojo?

—Sí.

—¿Pecas?

—Sí.

—Enséñemelo… El derecho.

Lo hizo. Lo comprobé de nuevo y asentí. Estaba todo correcto. Solo faltaba que me lo entregara. Y tenía que ser rápido. Le enseñé el dinero. Lo tenía preparado desde hacía tiempo. Todo lo que ganaba con mi trabajo y con las trampas en el juego que Phillips me enseñó, lo guardaba para esa ocasión. Tenía ya suficiente para pagar a aquel pobre hombre.

—Y ahora, hágalo…

—Antes… dígame una cosa… ¿Por qué?

—¿De veras quiere saberlo?

—Sí.

Y se lo conté. Ha sido la única persona a quien se lo dije. La única. Pero merecía saberlo. Aquel hombre, no quise saber su nombre, salió de mi vida después de dejar mi encargo en una caja. La cerré adecuadamente y la envié por mensajero a la dirección que mis compañeros de naufragio me indicaron cuando salimos del hospital. Les avisé a todos. Ya estaba hecho.

Ese día, un grupo de personas permanecían sentadas alrededor de una mesa: Archibald Cummings, que ya no era capitán y se arrastraba entre tabernas buscando trabajo; Mauritius, que seguía siendo cocinero, solo Dios sabe cómo; un empequeñecido y enfermo Magnus Sorensen, que no vivió mucho más; y Luke Phillips, flamante y ufano esposo de una rica heredera neoyorkina que, en pocos meses, en octubre, se quedaría sin nada. Solo una razón les mantenía allí reunidos. Esperar la caja que yo habría de llevarles.

Pero yo no fui a ese encuentro. Así que solo puedo imaginar cómo sucedieron los hechos. Llamaron a la puerta y alguien se levantó a abrir, seguramente, Phillips. No vería a nadie al abrir, si es que el  mozo a quien encargué llevar la caja cumplió mis órdenes. Él se la encontraría en el suelo. Todos se extrañarían al no verme aparecer a la cita, pero sabrían que lo había hecho, que había cumplido mi promesa, en cuanto abrieran la caja. No figuraba ningún remitente, ningún destinatario, ningún dato. Solo tenían que abrirla. Imagino que seguiría siendo Phillips quien lo hiciera. Una vez encima de la mesa, todos se la quedarían mirando, tal vez con asombro, tal vez con miedo. Se preguntarían por qué no me presenté, pero se darían por satisfechos en cuanto comprobaran que era un brazo blanco, pelirrojo y con pecas.

«Sólo los niños aceptan las sorpresas por el placer de las sorpresas», escribe un autor del momento, William Faulkner, a quien leo últimamente. Se hubiesen llevado una buena sorpresa de haberme visto a mi llevar la caja. Porque yo, seguía conservando mis dos brazos.

—/—

Durante aquel naufragio sobrevivimos gracias a Phillips. Fue él quien propuso que cada uno nos fuéramos cortando un brazo, el izquierdo, para alimentarnos mientras nos rescataran. Cuando lo hicieron todos lo habían perdido, excepto yo, que era el último por edad. Al salir del hospital me exigieron que cumpliera la promesa que nos hicimos. Debía entregarles mi brazo, como ellos hicieron con el suyo.

Pero no podía. No quería. Hice un pacto con el diablo, pero no podía dejar que me arrastrara toda la vida. El problema es que yo soy zurdo, por eso no contaba con encontrar a alguien que se ofreciera a entregarme su brazo derecho, blanco, pelirrojo y con pecas, para que todos mis compañeros pensaran que era el mío.

Ese mismo día volví a embarcar, esta vez rumbo a Australia. Era libre, pero los remordimientos me ahogaron día a día. Cada vez que miraba mi brazo derecho se me aparecía como un préstamo fantasma, algo que, en realidad, no me pertenecía. Y, finalmente, fue el diablo quien se cobró mi deuda.

AlmaLeonor_LP

VADERETO DE ENERO 2023

Este relato se incluye en el VadeReto del blog Acerbo de Letras, dedicado este mes de ENERO 2023 a…

¡¡LA CAJA!!

Nos adentramos en un nuevo año con el corazón en un puño. ¿Se terminará de una vez por todas estas etapas de sorpresas chungas? ¿Qué tocará este año, la invasión alienígena o la plaga zombi? Lo mismo nos invaden zombis del espacio. ¡Toquemos madera! Mejor, abracemos árboles, por si acaso. Lo que está claro es que será un año lleno de sorpresas. Después de unas fiestas, en definitiva, para repartir y abrir regalos, cajas y cajas llenas de sorpresas, de esto trata el VadeReto de este mes.

Imagen de la mesa de George Dolgikh en Pixabay; edición JascNet.

Para la creación de este relato hay no una premisa, sino un supuesto. ¿De qué se trata? Pues leed con atención:

«Un grupo de personas está sentada alrededor de una mesa. Puede que estén comiendo, en una reunión laboral, en algún tipo de experimento sobrenatural, preparando una conspiración… Pueden ser una familia, un grupo de amigos, compañeros de trabajo o gente que no se conocen y por alguna determinada razón están allí reunidos. Vosotros decidís los detalles. De repente, llaman a la puerta. Alguien se levanta a abrir, pero no hay nadie fuera. Sin embargo, al mirar al suelo, puede ver que han dejado una caja. Una caja que no lleva ningún dato. Ni remite, ni dirección de entrega, ni logotipo o marca de ninguna empresa. Una caja totalmente anónima, sin ningún tipo de identificación. La coloca en la mesa y todos, al verla, muestran asombro y miedo. ¿Qué hay dentro? ¿Por qué nadie se atreve a abrirla? ¿De qué tienen miedo?»

Vosotros tenéis que darle forma a la historia y completarla. Crear los personajes que más os gusten, resolver los interrogantes y revelar, o no, el contenido de la caja. ¿Sencillo o difícil? En este reto, más que nunca, tendréis que hacer uso de vuestra imaginación, creatividad e ingenio. Pero de una cosa estoy seguro, tenéis el talento y la habilidad necesarios para deleitarnos con vuestras historias.

Y luego, una premisa OPCIONAL. Incluir una de estas Citas. La que he utilizado aparece en negrita:

«Todo es sorpresa. El mundo destellando siente que un mar de pronto está desnudo, trémulo, que es ese pecho enfebrecido y ávido que sólo pide el brillo de la luz». Vicente Aleixandre.

«Siempre he sabido que las grandes sorpresas nos esperan allí donde hayamos aprendido por fin a no sorprendernos de nada, entendiendo por esto no escandalizarnos frente a las rupturas del orden». Julio Cortázar.

«Sólo los niños aceptan las sorpresas por el placer de las sorpresas». William Faulkner.

AlmaLeonor_LP

PARTICIPACIONES ANTERIORES:

VadeReto de Abril: ¡Vacío!

VadeReto de Mayo: El Tesoro del Pirata

VadeReto de Junio: El Ramo de Violetas.

VadeReto de Julio: Soledad y Algo de Desesperación.

VadeReto de Octubre: Sor Inés Despelle.

VadeReto de Noviembre: El Marcado.

VadeReto de Diciembre: La niña que quería ser reina.

También en: Categoría VadeReto

RIMA XVIII

RIMA XVIII

Imagen: Tammam Mohamad

Fatigada del baile,
encendido el color, breve el aliento,
apoyada en mi brazo
del salón se detuvo en un extremo.
Entre la leve gasa
que levantaba el palpitante seno,
una flor se mecía
en compasado y dulce movimiento.
Como cuna de nácar
que empuja al mar y que acaricia el céfiro,
tal vez allí dormía
al soplo de sus labios entreabiertos.
¡Oh! ¡quién así, pensaba,
dejar pudiera deslizarse el tiempo!
¡Oh! si las flores duermen,
¡qué dulcísimo sueño!

GUSTAVO ADOLFO BECQUER

El Día Azul
30 de enero de 2023

SOLSTICIO

SOLSTICIO

Se escuchó el sonido ceremonial como una melodía lejana interpretada en una lira de ópalo. Nadie sabía cuándo se empezó celebrar, pero el día del solsticio era sagrado para todas nosotras. Ese día, la primavera explosionaba en colores por toda la pradera. Nosotras debíamos esperarle. Era nuestro reflejo. Como por arte de magia, empezó a caminar, más bien flotar, y en el momento exacto, el sol asomó en medio del crómlech ceremonial que una suerte de dios de nuestros antepasados colocó ahí para la ocasión. Solo entonces, todas las flores de hibbertia abrimos nuestros pétalos amarillos y naranjas hacia él.

AlmaLeonor_LP

Texto participante en Escribir Jugando. Enero-2023.

Requisitos:

  1. Crea un microrrelato o poesía (máx. 100 palabras) inspirándote en la carta: Earth Wisdom Oracle.
  2. En tu creación debe aparecer el mineral: ópalo.

Opcional:

Que aparezca en la historia algo relacionado con esta flor de Australia: Hibbertia (o flor de Guinea). Esta esencia está indicada para aquellas personas que tienen excesiva autodisciplina, autoperfeccionamiento, adicción a la adquisición de nuevos conocimientos, crecimiento personal y fanatismo. Les permite aceptarse a sí mismas y reconocer su sabiduría innata y su experiencia, sin necesidad de ser superior a las demás personas.

Imagen: Ellis Rowan

PARTICIPACIONES ANTERIORES:

MAYO: DIXIT MEMORIES

JUNIO: THE GOOD TAROT

JULIO: DIXIT STORY CUBES

OCTUBRE: ATRAPASUEÑOS

NOVIEMBRE: LA TIERRA DESCONOCIDA

DICIEMBRE: EL CHEQUE

LA ETERNIDAD

LA ETERNIDAD

Imagen: Viktor Zubarev.

Los chinos ven la hora en los ojos de los gatos. Cierto día, un misionero que se paseaba por un arrabal de Nankin advirtió que se le había olvidado el reloj, y le preguntó a un chiquillo qué hora era.

El chicuelo del Celeste Imperio vaciló al pronto; luego, volviendo sobre sí, contestó: «Voy a decírselo.» Pocos instantes después presentose de nuevo, trayendo un gatazo, y mirándole, como suele decirse, a lo blanco de los ojos, afirmó, sin titubear: «Todavía no son las doce en punto.» Y así era en verdad.

Yo, si me inclino hacia la hermosa felina, la bien nombrada, que es a un tiempo mismo honor de su sexo, orgullo de mi corazón y perfume de mi espíritu, ya sea de noche, ya de día, en luz o en sombra opaca, en el fondo de sus ojos adorables veo siempre con claridad la hora, siempre la misma, una hora vasta, solemne, grande como el espacio, sin división de minutos ni segundos, una hora inmóvil que no está marcada en los relojes, y es, sin embargo, leve como un suspiro, rápida como una ojeada.

Si algún importuno viniera a molestarme mientras la mirada mía reposa en tan deliciosa esfera; si algún genio malo e intolerante, si algún Demonio del contratiempo viniese a decirme: «¿Qué miras con tal cuidado? ¿Qué buscas en los ojos de esa criatura? ¿Ves en ellos la hora, mortal pródigo y holgazán?» Yo, sin vacilar, contestaría: «Sí; veo en ellos la hora. ¡Es la Eternidad!»

Charles Baudelaire
«Poemas en Prosa» (XVI-El Reloj)

AÑO NUEVO CHINO: CONEJO DE AGUA

AÑO NUEVO CHINO: CONEJO DE AGUA

Hoy, día 22 de enero, se inicia el Año Nuevo Chino, una fecha conocida también como Festival de la Primavera. Durante la noche anterior es cuando las comunidades chinas de todo el mundo dan cumplida celebración despidiendo el año viejo, en una suerte de rito festivo destinado a propiciar suerte y prosperidad en el nuevo año que entra. El origen de esta fiesta se remonta, dicen, al siglo XIV a. C., durante el gobierno de la dinastía Shang, cuando un monstruo llamado Nian (año, en chino), atacaba las aldeas al comienzo de cada año. Pero el monstruo tenía una debilidad, le daban miedo las luces brillantes y el color rojo y las gentes utilizaron estos elementos para ahuyentarle. Con el tiempo, esta leyenda dio paso a la celebración y puesto que el dragón es un símbolo chino de poder y buena fortuna, al inicio del año en toda China se elaboraba un títere de dragón largo, brillante y colorido con el que desfilar por las calles en una fiesta luminosa y multicolor.

El calendario chino es lunar y por eso su inicio no coincide con nuestro acordado 1 de enero solar. El horóscopo chino está basado en ese calendario y utilizan 28 constelaciones para sus predicciones. Un ciclo completo tarda 60 años en volver a iniciarse. Por ello no tiene nada que ver tampoco con nuestro conocido horóscopo de 12 signos zodiacales que dependen de nuestro día y mes de nacimiento, sino que se basa en el año. Los correspondientes a este signo son: 1927, 1939, 1951, 1963, 1975, 1987, 1999, 2011 y 2023.

En el horóscopo chino nuestra personalidad y destino viene determinada por una serie de animales que trasfieren a su pupilo de nacimiento sus características, forma de ser y suerte. Este Año Nuevo de 2023 está dedicado al CONEJO DE AGUA, un signo virtuoso, refinado, estético… Aquellos que nacieron bajo este signo serán los protagonistas y dependerá de ellos el futuro de los demás. Afectará especialmente a los nacidos en 1963, como es mi caso, al haber vivido un ciclo de sesenta años completo o “ben ming nian”, que significa «en esta vida» o «año propio». Así que, por alguna extraña y oriental razón, el de 2023 debe ser mi año de la responsabilidad y de la suerte. El año en el que cumpliré los 60. Me encomendaré a mi CONEJO DE AGUA DE LA SUERTE, cual Alicia, para que consiga guiarme por un camino tortuoso lleno de sorpresas ya sea agrandando mi espíritu, ya encogiendo mi desánimo.

En el horóscopo chino esa representación animal del año se completa con un elemento: metal, madera, agua, fuego o tierra. En este año es el AGUA. El AGUA YIN (bien), será el principal elemento del año. Este elemento representa sensibilidad, dedicación, conocimiento, intuición y lucidez. Es capaz de insuflar a los nacidos bajo este elemento la afición a la búsqueda de lo oculto, lo misterioso, lo alternativo, lo extraño. El AGUA representa un despertar intuitivo y místico que bebe de fuentes pasadas para inundar fértilmente el campo del presente eclosionando en frutos de futuro. Es un elemento dinamizador y evolutivo que ayuda en la adquisición de sabiduría y elevación del espíritu.

Pero hay que tener cuidado. El AGUA también puede tener un componente negativo (Yang), puede generar impureza de sentimientos, ansiedad, melancolía, hipocresía, intolerancia… Hay que estar siempre vigilantes de que no nos alcance su vertiente de negatividad.

Para ayudarnos en ese cometido, los colores propicios en este año 2023 son el amarillo, el rojo y el blanco. Si aún necesitamos un refuerzo, hay dos colores correctores, el azul y el verde. Y si todavía nos resulta poco, la piedra de chakra de este año es la FLUORITA ARCOIRIS, una piedra de fortalecimiento cuya composición química es el Fluoruro de Calcio (no me viene nada mal para mis rodillas). Con ella estabilizaremos nuestro aura y conseguiremos la fortaleza psicológica necesaria, además de inteligencia, memoria, creatividad, empatía y alegría. Y por si fuera poco, es una piedra propicia para los nacidos bajo el signo de LIBRA (el mío), entre otros.

El año que termina estuvo dominado por la fiereza y violencia del TIGRE, así que el CONEJO viene a suponer un cambio radical, presidido por la dulzura y la serenidad. Según los presagios chinos se presenta un año sobrio, de ritmo indolente, un año de descanso y tregua, donde los desafíos son intelectuales, no físicos. Es un tiempo para recargarse de sabiduría, curar heridas, recuperar el equilibrio interior y hacer planes de futuro…

¡Esto de los horóscopos me fascina…! ¿Qué año no intentamos hacer todo eso? Pero ahí están ellos, dándonos consejos que nos estimulan hasta que viene la vida con un revés y ¡zas! Nos da un zarpazo y ¡adiós conejo, adiós! Pero bueno, el mensaje para este signo de 2023 sigue diciendo que no mostremos excesiva tolerancia hacia las afrentas que podamos sufrir, sino que permanezcamos lúcidos y alertas para sortearlas o, en todo caso, recuperarnos enseguida de ellas. Lo dicho… Es lo que todos los años intentamos con ahínco los mortales.

Pero los gurús del horóscopo no se arredran. En este año, dicen, tendremos más posibilidades de ascender en la escala social. Aquellos que realmente lo desean, apuntillan. Ya saben eso de que quien realmente desea una cosa acaba cumpliéndose. Yo soy más del dicho ese de “ten cuidado con lo que deseas, puede hacerse realidad”. A veces da más miedo que se cumplan los deseos a que no lo hagan nunca. Pero este año del CONEJO se reconocerá nuestra labor, se dará crédito a nuestro esfuerzo, se premiará nuestro trabajo con un ascenso… Pero claro, sigue diciendo que para lograrlo tenemos que saber dominar los engranajes de la psicología humana y la retórica para hacer realidad todas nuestras aspiraciones. Ya sabía yo que el truco tenía que estar en algún sitio. Es como aquello de “fíate de la Virgen, pero échate a correr”.

No nos desanimemos. El año 2023, el año del CONEJO, es el año de la liquidación de la deuda espiritual. A ver si averiguo que es eso. Veamos… Dice que suele ser un periodo de observación e introspección. Vale. Puedo asumirlo, voy a cumplir sesenta años este 2023, tendré bastante perspectiva como para realizar ambos ejercicios.

El CONEJO DE AGUA revelará los momentos más favorables para encontrar las respuestas adecuadas a nuestra propia búsqueda personal de evolución. Suena bien. Pero… Si nuestro viaje espiritual es demasiado intenso, este mismo don de la relajación lepórida, puede jugarnos una mala pasada. Tal vez nos confiemos demasiado y nos echemos a dormir, como la liebre, pensando que la lenta tortuga nunca nos alcanzará. Estamos avisados. Y, además, los recuerdos dolorosos podrían llegar a ser más intensos y hacernos desistir de la lucha por alcanzar nuestras metas. Y también que los malos hábitos vuelvan a alcanzarnos. Nada, nada, mejor correr como liebres que relajarnos como CONEJOS DE AGUA.

La astrología china dice que este año 2023 existen todos esos riesgos, pero, afortunadamente, nos ofrecerá la oportunidad de reconducirnos. Menos mal. Solo hay que tener cuidado con cualquier exceso de imaginación y no abandonarse en los brazos de la melancolía… ¡Cómo si fuese tan fácil! Nos recomienda no ser derrotistas, no perder el tiempo en lamentaciones, no desanimarnos ante situaciones críticas… ¿Pero no habíamos quedado en que en este año no se darían?

Políticamente, nos dice el horóscopo que este año 2023 dominará el arte de la diplomacia y el compromiso, de los acuerdos y los pactos (permitanme que sea exceptica con esto), un soplo de aire fresco frente a las anteriores intolerancias y diatribas irreconciliables, dice. El CONEJO DE AGUA, curioso por naturaleza, aportará todas estas cualidades a una situación sociopolítica imperfecta y muy adversa. ¡Venga, no caeré en el desánimo! Gracias a este año benefactor, aún podremos tener esperanzas de encontrar un equilibrio mundial que mejore el bienestar general y no solo el personal.

En todo caso, este AÑO DEL CONEJO DE AGUA 2023, los nacidos bajo su signo disfrutarán de una suerte añadida, alegría de vivir, amor y planes de futuro, que alcanzará también a los que disfruten de un nacimiento en los años de la Cabra el Cerdo y de la Rata.

Y yo, cumpliré 60 años en octubre… ¡¡Manda conejos!!
AlmaLeonor_LP

¡¡FELIZ AÑO NUEVO CHINO 2023 DEL CONEJO DE AGUA!!

DÍA DEL RECUERDO DE LA PROHIBICIÓN

DÍA DEL RECUERDO DE LA PROHIBICIÓN

Cada 16 de enero se celebra en los Estados Unidos de Norteamérica una fiesta singular. Se trata del DÍA DEL RECUERDO DE LA PROHIBICIÓN, la evocación de un acontecimiento político-social que trajo consecuencias difícilmente cuantificables, pero que, sin ninguna duda, fue una etapa interesante dentro de la historia de ese país.

En 1920, y hasta 1933, los Estados Unidos decretaron una ley constitucional estatal sobre la producción, importación, transporte y venta de bebidas alcohólicas (increíblemente no se penaba el consumo). No fue una decisión improvisada, contaba con antecedentes como la ley de 1657 por la que el Tribunal General de Massachusetts prohibió la venta de alcohol a los indios, o el intento de los protestantes pietistas de extender la prohibición a todo el comercio de bebidas alcohólica en 1800. Ya desde principios del siglo XX se venían produciendo manifestaciones y ataques contra la venta de alcohol, liderada por la Liga Anti-Saloon o el Movimiento por la Templanza (con la carismática Carrie Nation a la cabeza), y en 1918 un Proyecto de Ley de Prohibición en Tiempo de Guerra, hace que el gobierno decrete una ley para bebidas con una tasa de alcohol superior al 1,28%. 

La idea fue seguida por muchos otros colectivos puritanos, impactados por el auge del consumo en los centros urbanos, pero también, como una respuesta masiva a los postulados del protestantismo evangélico que veía en las tabernas un enjambre de depravación. El caso es que pronto se sumaron otros colectivos, como algunos empresarios de las crecientes fábricas de producción que veían como sus trabajadores se emborrachaban a menudo disminuyendo su rendimiento. También, y justificado en el aumento de la inmigración, lo cierto es que las estadísticas de ebriedad, violencia intrafamiliar, delincuencia, prostitución, pobreza, enfermedades y accidentes aumentaron. Cuando estalla la Primera Guerra Mundial, los activistas morales utilizaron el pulso patriótico difundiendo que gran parte de la cerveza consumida por los estadounidenses era fabricada por inmigrantes alemanes.

Finalmente, en 1917, el Congreso aprobó una resolución a favor de una enmienda a la Constitución de los Estados Unidos (la Enmienda XVIII) que prohibía la venta, importación, exportación, fabricación y el transporte de bebidas alcohólicas en todo el territorio de Estados Unidos. El 16 de enero de 1919 la enmienda fue ratificada por 36 de los 48 estados de la Unión, siendo susceptible de imponerse como ley federal (aplicable a todos los Estados), cosa que sucedió un año más tarde, el 17 de enero de 1920, cuando entraba en vigor en todo el país la conocida como Ley Volstead.

«Esta noche, un minuto después de las doce, nacerá una nueva nación. El demonio de la bebida hace testamento. Se inicia una era de ideas claras y limpios modales. Los barrios bajos serán pronto cosa del pasado. Las cárceles y correccionales quedarán vacíos; los transformaremos en graneros y fábricas. Todos los hombres volverán a caminar erguidos, sonreirán todas las mujeres y reirán todos los niños. Se cerraron para siempre las puertas del infierno». Senador Andrew Volstead.

The Untouchables (1987), dirigida por Brian De Palma.

Todos saben ya lo que pasó, aunque solo sea por la proliferación de literatura y cine al respecto, pero lo cierto es que el debate sobre sus efectos en la población continúa hoy en día. Si fue una buena medida (según un estudio de la Universidad de Boston el consumo de alcohol disminuyó hasta un 70% los primeros años, y con ello los accidentes y los casos de enfermedades derivadas del alcoholismo), o no (la ilegalidad de su distribución trajo consigo un mayor número de bandas, mafias y asesinatos, así como fabricación clandestina e importación ilegal, con el dominio del crimen organizado y el mercado negro, que afectó a la hacienda estatal), aún está por ver.

Fuente de la Templanza en Washington D.C.

Proliferaron las llamadas Fuentes de la Templanza, como sustitutos al consumo de alcohol, que eran simples bebederos de agua potable, pero también se buscaron fórmulas para “escapar” a la dureza de la ley. Por ejemplo el Vino de Jerez se importaba con fines medicinales (se vendía en droguerías y farmacias) y religiosos (para la eucaristía y el Sabbat) y aumentó la venta de Jugo de Uva, distribuida en bricks llamados popularmente “ladrillos”, que servían para fabricar vino casero en el interior de los hogares. Lo curioso es que en los envases figuraba de forma expresa la prohibición de hacerlo.

Lo cierto es que la opinión pública, en principio acorde con la prohibición, empezó a ver sus efectos negativos en poco tiempo. Asociaciones como la AAPA (Asociación contra la Prohibición), o la Organización Nacional de Mujeres para la Reforma de la Prohibición (WONPR), culpaban a la ley de los delitos y no al consumo de alcohol. El millonario John D. Rockefeller, quien lo había apoyado en 1919, llegó a 1932 afirmando que «En general ha aumentado el consumo de alcohol, se han multiplicado los bares clandestinos y ha aparecido un ejército de criminales». El grave aumento de la violencia y los delitos en los Estados Unidos hizo decaer la popularidad de la ley seca a partir de la década de 1930. La crisis económica de 1929 contribuyó a ello, y así, el presidente Franklin Roosevelt afirmó en su campaña que derogaría la ley de ser elegido, con el fin de alcanzar nueva financiación impositiva. Dicho y hecho, el 21 de marzo de 1933 Roosevelt firmó el Acta Cullen-Harrison que legalizaba la venta de cerveza que tuviera hasta 3,2 % de alcohol y la venta de vino, siendo aplicable a partir del 7 de abril de ese mismo año, derogando la ley Volstead. Meses después diversas convenciones estatales ratificaron la Enmienda XXI a la Constitución de Estados Unidos, que derogaba la Enmienda XVIII. La nueva enmienda fue ratificada el 5 de diciembre de 1933 por el Senado de los Estados Unidos.

La Ley Seca llegó a su fin… Aunque no del todo. Algunos estados mantienen restricciones que prohíben o limitan la venta de alcohol, y no solo a menores de edad, como en los países europeos. De hecho, en los EE. UU. la venta de alcohol solo está permitida a nivel federal a partir de los 21 años. Pero siguen existiendo excepciones. Las llamadas Leyes Azules (Blue Laws), motivadas por asuntos religiosos y que en muchos casos han sido declaradas anticonstitucionales, siguen restringiendo la venta de bebidas alcohólicas en domingo en algunos estados. También existen los llamados “Condados Secos”, cientos de condados y ciudades (la mayoría en el sur del país, como Arkansas, Kentucky y Georgia) que prohíben la venta de alcohol. Pero, ojo, no el consumo, así que sus vecinos solo tienen que viajar a una ciudad o condado limítrofe para adquirirlo. Lo que sí permanece es una prohibición ancestral, la que existe en algunos pueblos rurales de la nación de los navajos o en Alaska, donde han prohibido por completo la importación, venta y hasta el consumo de bebidas alcohólicas, pudiendo encarcelar a los que se salten la ley. Son lugares donde existe un gravísimo problema del alcoholismo y suicidio entre la población nativa (por ejemplo, navajos o inuit).

Pues bien, haciendo gala de una forma muy norteamericana de celebración, cada 16 de enero se realiza una fiesta de recordatorio de la prohibición. ¿Cómo? Pues no podía ser de otro modo… BEBIENDO.

Celebrate Prohibition Remembrance Day with a drink!

Primero se organiza una fiesta con bebidas alcohólicas, ya sea en casa o en un establecimiento. Para ser más realista, se pide que sean bebidas que se distribuían durante la Ley Seca… se pueden imaginar con cuantos grados. Luego, se realiza un recordatorio leyendo ambas Enmiendas a la Constitución, la XVIII de Prohibición y la XXI de Derogación. Y por último… ¡Que no decaiga la fiesta!

AlmaLeonor_LP

FRASES CON IMÁGENES (CXII)

FRASES CON IMÁGENES (CXII)

Imagen: «Avenue of the Allies» (1918). Childe Hassam (1859-1935).

No se debe rendir tributo especial al simple nombre de la ciudad. Como toda metrópoli, estaba sometida a riesgos y contingencias, a progresos, avances y retrocesos, a inmensos letargos, a colisión de cosas y asuntos, a grandes movimientos rítmicos y al eterno desequilibrio y dislocación de todo ritmo, y semejaba una burbuja que bulle en un recipiente con edificios, leyes, decretos y tradiciones históricas.

Robert Musil. «El hombre sin atributos«.

CAFÉ

CAFÉ

Imagen: Anja Stiegler

Ha tenido que ser en un café
En el café
A la hora del café
Con el café vacío
Pero lleno de ti
Frente a mí
El café conmigo sólo
Solamente solo
Naufragado en la ruina de mi cuerpo

Solos tú y yo
Te has levantado
Y te me has venido encima
Como esa gran ola que dejas pasar lamiendo la largura del cuerpo

Te me has sentado abierta
Sobre mis piernas dormidas de náufrago
A horcajadas
Te me has sentado a horcajadas
Dejándome sentir el latir clamoroso de tu sexo

Los dos solos
En ese café de hambrientos
O yo solo
Ya no sé
Recordad que sólo soy un loco
Y no os debéis fiar de mis recuerdos
Ni de mis hechos

Pecho contra pecho
Has derramado tu boca en mi boca de muerto
Y me has resucitado
Como resucitan los muertos
Con ganas renovadas de seguir viviendo

He sentido el fuego abrasador de tus labios en mi sexo

Y he vuelto a ti
Oh amor
A tu más dulce y salino nacimiento

He conseguido arder
De súbito
En el fuego pavoroso de tu voz y tu silencio

He ardido

He desaparecido entre tus brazos
Rodeando mi cuello

Me han servido el café
Y no estaba

No estábamos

Porque habitamos el Misterio

Javier Funchal

CORAZÓN CORAZA

CORAZÓN CORAZA

Imagen: Monsila Mon (Mon Garabata)

Porque te tengo y no 
porque te pienso 
porque la noche está de ojos abiertos 
porque la noche pasa y digo amor 
porque has venido a recoger tu imagen 
y eres mejor que todas tus imágenes 
porque eres linda desde el pie hasta el alma 
porque eres buena desde el alma a mí 
porque te escondes dulce en el orgullo 
pequeña y dulce 
corazón coraza 

porque eres mía 
porque no eres mía 
porque te miro y muero 
y peor que muero 
si no te miro amor 
si no te miro 

porque tú siempre existes dondequiera 
pero existes mejor donde te quiero 
porque tu boca es sangre 
y tienes frío 
tengo que amarte amor 
tengo que amarte 
aunque esta herida duela como dos 
aunque te busque y no te encuentre 
y aunque 
la noche pase y yo te tenga 
y no.

Mario Benedetti

En los últimos días varias mujeres han sido asesinadas por sus parejas en nuevos actos de violencia machista. Tres de ellas, y con tintes verdaderamente escalofriantes, en menos de 24 h a finales de diciembre; y otras tres este domingo día 8 de enero. La última, Eva, fue asesinada por su pareja en Cádiz, explicando a la policía que «he matado al amor de mi vida». Nunca, nunca, entenderé esta lacra. Un corazón coraza es lo que deberíamos tener las mujeres. No para no amar, no para acorazarnos insensibles ante tanto mal, sino para hacer entender a esos asesinos de mujeres que, como dice Benedetti, que «yo te tenga y no«, que eso de «porque eres mía y porque no eres mía», es un derecho que nos asiste. Nos entregaremos a nuestra pareja en cuerpo y alma, pero eso no significa que ninguno de ellos pueda ser, impunemente, nuestro asesino. Por un 2023 con violencia cero hacia las mujeres.
AlmaLeonor_LP

AVATAR: EL SENTIDO DEL AGUA Y LA AMRITA

AVATAR: EL SENTIDO DEL AGUA Y LA AMRITA

Si ya han visto AVATAR: EL SENTIDO DEL AGUA (2022, James Cameron), recordaran que los humanos que llegan a Pandora justifican la caza de los Tulkun, esa especie de enormes cetáceos que los Metkayina, la gente del arrecife, consideran su familia espiritual, por la obtención de la AMRITA, unas encimas que albergan en su cerebro y que les hace tan inteligentes y especiales. Ese elemento es utilizado por los hombres para alargar su vida… Se pagan millones por ello. La dosis producida por un solo Tulkun cuesta unos 80 millones de dólares. De ahí su caza indiscriminada.

¡¡YO CONOZCO ESA PALABRA!! No sé a cuantas personas les pudo pasar lo mismo que a mí, pero desde luego, y aunque hace mucho de esas clases y si es que han visto la película, a todos mis compañeros de la asignatura de TIEMPO Y MITO EN LA INDIA y a su profesor Enrique Gavilán, de la Universidad de Valladolid, seguro que sí. Yo casi salté del asiento al escuchar esa palabra, AMRITA.

Amrta es una expresión en sánscrito que signitica literalmente «sin mierte». Suele traducirse por néctar y hace referencia a la Bebida de los Dioses, la que les proporciona la inmortalidad (también conocida más tarde como Soma). Así que, como casi todo en esta película (en las dos, Avatar, del 2009 y en esta del 2022), ese término no surgió de la nada ni fue un invento de los guionistas, es una referencia a los textos postvédicos, a las Epopeyas indias del siglo III a. C., los Smrti, lo recordado (en contraposición a lo escuchado o Sruti de los Vedas).

Como ha explicado varias veces su director, James Cameron, los referentes de sus películas son universales: la ecología frente al avance tecnológico, la necesidad de materias primas frente a la destrucción de hábitat, el enfrentamiento entre civilizaciones, religiosidad y espiritualismo, libertad frente a colonización, el mito del héroe que se pone del lado del oprimido, una historia de amor entre seres de distinta naturaleza… También ha confesado una marcada inspiración de otras culturas, como la micronesia y como ya dijo ya en el 2010, la propia historia de colonizción americana sobre los nativos lakotas (lo que no ha evitado que le interpusieran varias denuncias por plagio que ha sorteado a su favor, y más de una llamada de boicot). Otro ejemplo lo encontramos en el idioma de los Na’vi, que fue creado por el lingüista Paul Frommer junto al propio Cameron, y está basado en los dialectos polinesios y expresiones de idiomas como el amhárico de Etiopía y el maorí, de Nueva Zelanda. Y, por supuesto, contó con referentes cinematográficos, desde La Selva Esmeralda (1985, John Boorman)  a Bailando con Lobos (1990, Kevin Costner) o La princesa Mononoke (1997, Hayao Miyazaki), según el propio Cameron. Aunque es fácil vislumbrar también influencias de sus propias películas anteriores: Titanic (1997), Aliens (1986), The Abyss (1989), Terminator (1984) y Terminator 2: Judgment Day (1991), entre otras cosas, por la presencia de potentes heroínas femeninas. Como Neytiri en esta segunda película de la saga.

Imagen: Avatar Wiki

Siguiendo con esas influencias, la misma palabra AVATAR es de origen hindú y el director ha explicado muchas veces que siente debilidad por las divinidades indias. Él utilizó esa expresión porque, dijo, «es la encarnación de uno de los dioses hinduistas en forma humana». Ese significado cuadraba muy bien con lo que quería hacer en la película, un cuerpo biológico (alienígena Na’vi) en el que se inyectaba, merced a una avanzada tecnología, una conciencia humana. No exactamente la inmortalidad, pero casi. En Avatar: El sentido del agua, se habla de ello y ahora literalmente: las enzimas del cerebro de los Tulkun, la AMRITA, pueden proporcionarla en cierto modo. Es un remedio contra la vejez.

EN LA MITOLOGÍA INDIA

En la Epopeya india del Mahâbhârata (siglo III a. C.),  la Amrta surge en la creación del mundo, tal y como se explica en el Samudra manthan, el MITO DE LA BATIDA DEL OCÉANO DE LECHE, la gran batalla entre Dioses (deva o sura) y Demonios (asura) por obtener la inmortalidad (Amrta) inmersa en el océano. ¡No me digan que no hay paralelismos!

Básicamente, el mito viene a contar que Dioses (Devas) y Asuras (No-dioses, asimilado a «demonios») se ven abocados a colaboran para hacerse con la bebida que les proporcionará la inmortalidad. Deben hacerlo para «batir el océano» (que es agua primigenia). Lo curioso es que los «No-Dioses», los Asuras, son unos personajes muy complejos en la India. Dios se dice con la palabra SURA, por lo tanto, lo contrario sería A-SURA. Pero Asura significa literalmente «lo que Brilla», manifestando así a una identidad confusa en la que sabemos muy bien donde está la luz (que se supone atribuida a los Dioses) y donde la oscuridad (identificada con los demonios Asuras). Una de las teorías que explican esta dualidad es que, en una fase anterior a la VÉDICA, los «Buenos» eran los Asuras, no los Dioses. La mitología india tiene muchas de estas contradicciones y dualidades.

Siguiendo con el mito, el Batidor es la Montaña Mandara, que ha sido arrancada de su sitio por una serpiente. Las serpientes son muy veneradas en La India, junto a las aves, por ser todos ellos «dos veces nacidos», primero el huevo y luego el ser. También los Brahmanes, que nacen una segunda vez tras alcanzar la sabiduría. Y así, la cuerda que mueve el Batidor es otra serpiente, Vâsuki. En el texto del Mahâbhârata, Dioses y Asuras van a colaborar para realizar la batida. Sin embargo, serán los Asuras quienes agarren a la «Serpiente-Batidor» por la cabeza (la parte noble) y los Dioses quienes la agarren por la cola, evidenciando más aún la complejidad de este texto y de esos personajes.

Imagen: Giulio Ferrario (1820)

El recipiente de la batida es la tortuga Akupara, que contiene el Océano, que primero es agua y conforme se va batiendo con la Montaña Mandara, los elementos de esta (arboles, animales, minerales, etc.) se van desprendiendo y al ser batidos forman leche (Kshīra Sagara). Cuando esta leche se sigue batiendo y tras miles y miles de años de esfuerzos, es cuando se forma la Mantequilla Líquida. Será de esta de donde surge el Sol, la Luna (Chandra), y un variado número de objetos extraordinarios y seres maravillosos: la vaca de la abundancia, Surabhí, fuente perpetua de leche y mantequilla, proveedora de todas las necesidades; Vārunī, la diosa del vino, que hace rodar los ojos; Pariyata, el árbol del paraíso de Indra, que perfumaba el mundo con la fragancia de sus flores y Kalpavriskha, un árbol que cumpliría cualquier deseo (siempre hay árboles sagrados en todas las religiones y mitologías); Uchaisravas, el caballo blanco, ancestro de todos los caballos, cuyas siete bocas simbolizan los colores del arco iris; Airavata, el elefante blanco sobre el que montaba el dios Indra; Alaksmí, la diosa del infortunio y la fealdad junto a Laksmí (Sri), la diosa de la belleza y de la fortuna, sentada sobre un loto; las apsaras, o ninfas celestes…

Shivá (azul) bebiendo el veneno Kâlakûta.

Y también, al seguir batiendo, aparecerá un Veneno (Kâlakûta, que significa «punta de la muerte»). El problema de todo ritual, es que, junto al beneficio que proporciona, produce una parte peligrosa (en este rito es este veneno) que debe ser absorbida por alguien. En un rito cristiano ese peligro es absorbido por el sacerdote, en el texto indio lo hace Shivá en forma de canto. Es una formula llena de significados, entre otras cosas es por este motivo por el que se representa a este dios, Shivá, dios supremo de la India, el tercero de la trilogía hinduista, junto a Brahmā y Vishnú, con la garganta manchada de color AZUL y se le conoce (entre otros nombres, tiene 1008 registrados) por Nila Kantha (Garganta Azul).

Hay muchas representaciones de este dios hindú en las que aparece con todo su cuerpo azul, como los Na’vi de Cameron. ¿Se está refiriendo a que son Dioses? Posiblemente, dada su afición a la mitología india. Y, tal vez, quisiera mostrar a los Na’vi como seres superiores en espiritualidad a los humanos venidos «de lo alto», quizá como Dioses. Pero según ha contado el director, el aspecto de los Na’vi, está inspirado en un sueño que tuvo su madre, que imaginó que «unas criaturas azules de más de 3,5 metros podrían ser muy atractivas». El primer esbozo de esas criaturas de Pandora (por cierto, una palabra de la mitología griega, con connotaciones en otras culturas anteriores), fue creado entre 1976/77.

Y, por último, del océano batido y convertido en blanca Mantequilla Líquida, surge la AMRTA, el néctar de inmortalidad, portada en una jarra (kumbhá) por Dhanuan Tari, el médico de los Dioses. Después, de esta colaboración inusual, seguirá una batalla en la que se enfrentan Dioses y Asuras por conseguirla y donde los demonios van a ser momentáneamente derrotados. Es decir, este mito nos cuenta que los Dioses no poseen la inmortalidad, la Amrta, tienen que ganársela y pelearán por ella con los demonios o Asuras.

Dhanwan Tari representado como avatar de Vishnú con cuatro manos, que sostienen el disco Súdarshana, una flor de loto, una caracola y el pote de amrita (néctar de la inmortalidad).

Llevando esta idea al argumento de la película, ni los hombres ni los Na’vi poseen la inmortalidad, solo la conservan en su interior unos seres surgidos del océano, los Tulkun (y no para ellos, es un efecto que puede originarse en los hombres) y ambos lucharan por ella. Los Na’vi uniéndose a ellos como su hermano espiritual, los hombres, extrayendo las enzimas de su cerebro tras acabar con su vida. Dioses y Asuras. Demonios que una vez fueron buenos, mejores que los dioses, todo antes de pensar que podían hacerse con el don de prolongar la vida.

EL MITO EN OTROS TEXTOS

La complejidad del texto postvédico viene dada por muchas cuestiones. La primera es que la disposición de los acontecimientos sigue el siguiente orden: en un principio inicio, las aguas están TRANQUILAS; luego, durante la batida del océano, se produce el desorden, el CAOS; y finalmente, se establece el ORDEN, un cosmos, la creación del mundo. Casi, casi, la misma estructura que se utiliza para una novela o una película. Los tres tiempos de la vida y del mundo.

Este mito se interpreta también como el Surgimiento de los Pares Opuestos, conflictos creativos que marcan la visión de La India sobre la dualidad y los pares. Se manifiesta en que todos los elementos están duplicados (aunque no aparece en el resumen que he puesto, hay dos montes, además de Mandara, el monte Meru… Y, recuerden, dos serpientes, DiosesAsuras…) y, además, en que, del batido, salen CUATRO LIQUIDOS, un veneno (Kâlakûta) y tres elixires: Leche, el alimento de los hombres; Mantequilla Líquida, el alimento de los ritos; y la Amrta, la bebida de la inmortalidad y que será el alimento de los dioses.

Kaśyapa y su esposa Aditi.

La Amrta también aparece en otra Epopeya, el Râmâyana. Aquí, el mito dice que Dioses y Asuras son hermanos, hijos del mismo padre, pero de distinta madre. El padre es Kasyapa, quien con su esposa Aditi tiene a sus hijos los Âditya (o Asuras), y con su esposa Diti tiene a sus otros hijos, los (Daityas o Dioses). El veneno Kâlakûta surge de la serpiente Vâsuki (de la parte que sujetan los Asuras) en lugar del océano, pero también es absorbido por Shivá por ser el dios más poderoso. Y, finalmente, en esta Epopeya aparece una mujer, Surâ, que está identificada con el licor de la inmortalidad.

Una mujer también es el elemento esencial en otra versión del mito, la que aparece en los Purâna (siglo X d. C.), Epopeyas no heroicas como las anteriores, generalmente considerados como mitos «de lo antiguo», tal vez narradoras de hechos semihistóricos pretéritos. En esta versión el enfrentamiento entre Dioses y Asuras es anterior a la batida, es decir, llegan a ella ya como enemigos. Y, además, los Asuras cuentan con una ventaja, son aliados de Sukra (Venus), un gurú que conoce la fórmula para resucitar a los muertos, y consiguen de este modo, superar a los Dioses en los conflictos. ¿Y para qué van a querer hacerse con la inmortalidad teniendo esta ventaja? Se preguntarán… Pues porque así es la naturaleza de estos seres, tan parecida a la de los humanos, a fin y al cabo, sus creaciones. Y es que, en toda mitología y religión, son los Dioses (devas), quienes deben vencer. Cuando consiguen la Amrta, son seres inmortales e invencibles y arrojarán a los Asuras a los infiernos.  Es de lo que se trata… ¿No?

Narasinja, un avatar del dios hindú Visnú dando muerte a un Daitya.

Aquí, en los Purâna los Dioses van a emplear un engaño para superar a los Asuras y conseguir así la Amrta surgida de la batida del océano. Este engaño va a estar ocasionado por una mujer, Mojiní un avatar del dios Visnú, la mujer más bella del mundo. Por eso decía que es el elemento esencial en este mito. Ella seducirá a los Asuras y se olvidarán de la bebida inmortal. Ya de antiguo, hasta un dios como Visnú sabía que una mujer podía más que dos carretas… En los sucesivos relatos de los Purâna esta mujer va a ser asimilada a la diosa Laks, y acabará, con el tiempo, sustituyendo en importancia a la Amrta.

Mojini con una jarra de Amrta.

INTERPRETACIONES DEL MITO

El mito de La Batida del Océano de Leche, es uno de los más conocidos y celebrados en La India. La tradición cuenta que después de que los Dioses obtuvieran la victoria en la batida, cuando apareció Dhanuan Tari con el kumbhá (la jarra que contenía el Amrta), los Asuras se lo arrebataron y huyeron lejos, perseguidos por los Dioses. Durante doce días y doce noches divinas (el equivalente a 12 años humanos, un número que también se repite constantemente en ritos y celebraciones del solsticio de invierno y Navidad, el Dodekaimeron, como se explicó en HELICÓN, por ejemplo en PERSONAJES NAVIDEÑOS: KALLIKANTZAROS  o los doce días de LOS JÓLASVEINAR, pero hay más), ambos combatieron en el cielo por la posesión del cántaro o jarra de Amrta. Y entonces, durante esa pugna, algunas gotas de Amrta cayeron sobre la Tierra depositándose en cuatro lugares otorgándoles así inmortalidad sobre lo terrenal.

Puentes artificiales sobre el Ganges para los peregrinos del kumbhamela.

Son lugares sagrados y en cada uno de ellos se celebra una fiesta anual para conmemorarlo: Nasik, Haridwar, Ujjain y, sobre todo, en Prayagraj (Allahabhad), en Uttar Pradesh, donde cada 12 años (de nuevo la docena), es cuando según la astrología védica (jyotish), Júpiter (Brhaspati), que tarda ese tiempo en completar su traslación, entra en la constelación de Tauro (kumbha) y el Sol y la Luna en Capricornio, durante el mes hindú de Magha (enero-febrero). Entonces se celebra una multitudinaria festividad, la de Mahâ Kumba Mela, Kumbhamela o «Fiesta de Jarra».

El planeta Pandora de Avatar.

Un inciso antes de seguir. ¿Recuerdan el nombre del planeta de los Na’vi? Sí, Pandora. Según la mitología griega, era el nombre de la primera mujer, creada por Hefesto, dios del fuego, por orden de Zeus, en un momento muy especial, después de que mortales e inmortales se separaran tras el engaño de Prometeo… Bueno, el caso es que Pandora fue  la responsable de abrir una extraña caja, que en griego original venía a ser una jarra. Sí, una jarra, como la que guardaba la Amrta. Y esta caja-jarra albergaba todos los males existentes y que acabó liberando en el  mundo, incluido un don, que permanecía en el fondo… La esperanza. ¿Quizá la inmortalidad? ¿Un recordatorio de que mortales e inmortales solo estaban separados por el afán de dispersar el mal en el mundo? ¿Esos males son el fruto de la lucha entre Dioses y Demonios por obtener la inmortalidad? Pandora terminó siendo, por orden de Zeus, un «bello mal» (una dadora de desgracias a la humanidad, como la Eva del Paraíso, en este caso por robar un fruto prohibido que se ha asimilado a la sabiduría… De nuevo ¿la inmortalidad?), un don que los hombres (y hasta los Asuras, recuerden a la bella Mojini que acabo de mencionar) recibieran con tanto agrado que se olvidarían de que, en realidad, aceptaban un sinnúmero de desgracias.

Como los terrícolas que acuden al planeta Pandora de los Na’vi, pensando en sus beneficios, sin comprender que la desgracia del fin de su propio planeta Tierra viene con ellos: la destrucción de su hábitat, todos los males del mundo.

Kumbhamela de Allahabhad en el 2001.

Volviendo a La India, y a la historia de las gotas de Amrta caídas a la tierra, la ciudad de Allahabhad se halla en la confluencia de los ríos Ganges, Yamunâ y Sarasvatî, llamado el «Río Invisible», porque es subterráneo y se supone surge en este punto. Con la fiesta celebrada aquí cada 12 años (en esta ciudad entre enero y febrero, con la luna nueva, como otro rito de invierno) toda el agua de la confluencia de los ríos se vuelve sagrada, es toda ella Amrta y quien se bañe en esa Inmortalidad, queda liberado.

Cada doce años, India entera se estremece; los pueblos se agitan, los monasterios se vacían, de las cuevas del Himalaya descienden ermitaños desnudos sucios de cenizas, de la costa de Malabar, del cabo Comorín, del golfo de Bengala, de los montes Vindhya, del desierto del Thar convergen carros de toda clase, comitivas de monjes, grupos de indigentes, tropas de leprosos, séquitos de rajás, palanquines abarrotados de mujeres ocultas por cortinas blancas, trenes llenos de pasajeros, una muchedumbre extraordinaria ávida de santidad: los peregrinos de la Kumbh-Mela.

Mircea Eliade, La India ( 1997)

Unn santón bebiendo agua del Ganges (convertida en Amrta) en el mismo recipiente que Shiva.

En esta fiesta de Kumbhamela  se dan cita millones de personas y está considerada la mayor concentración humana de la Tierra. Sobre el Ganges se tienden 18 puentes flotantes que facilitan el acceso de los millones de devotos que asisten al festival. En el año 2001 se calculó una asistencia de 70 millones de almas. En el 2013 duró 55 días y se estimó una afluencia de 100 millones de personas. El  domingo 10 de febrero, considerado el día más favorable, 30 millones de personas descendieron a Allahabad para bañarse en la confluencia de los tres ríos y en la estación ferroviaria se produjo una estampida en la que fallecieron 42 personas y resultaron heridas más de 300. Y eso que las autoridades destinaron en la ciudad una fuerza policial y paramilitar de 14.000 hombres dedicados a la protección de la multitud. A pesar del frío (por la noche se podían alcanzar los cero grados), el hacinamiento y que el agua está contaminada, los peregrinos aseguran que regresan a sus casas sintiéndose mucho mejor que cuando llegaron. Están convencidos de que las aguas contienen Amrta, el néctar de la inmortalidad.

Pero quizá haya otra explicación. En el siglo XIX Émile Durkheim acuñó una expresión para este fenómeno: «efervescencia colectiva». Durkheim afirmaba que esa enorme confluencia de gentes tenía un impacto positivo en la salud de los individuos, que sería imposible entenderla en solitario porque en este tipo de manifestaciones multitudinarias cada uno transmite fuerza al otro. ¿No les suena a la comunión que se produce en Pandora de todos los seres con el Arbol Espiritual?

El Árbol Espiritual de Pandora que conecta a todos los seres vivos entre sí.

En nuestros días, el psicólogo Stephen Reicher, de la Universidad de Saint Andrews (Escocia), estudió también este acontecimiento llegando a concluir que «la pertenencia a un colectivo es crucial para la sociedad, nos ayuda a consolidar el sentimiento de quiénes somos, a forjar nuestras relaciones con los demás e incluso a determinar nuestro bienestar físico». Nick Hopkins, de la Universidad de Dundee (Escocia), vio en esta manifestación un alarde de relación interpersonal compartida en la que «uno deja de percibir a las personas como seres ajenos para verlas de manera más íntima». Se da y se recibe apoyo, la rivalidad se transforma en colaboración y la gente es capaz de conseguir sus objetivos mucho mejor de lo que lo haría nunca en solitario. Esto engendra emociones positivas que nos vuelven no solo más fuertes ante las dificultades, sino también más saludables. Son menos propensas a morir por una dolencia cardíaca y a contraer ciertos cánceres y hay indicios de que son menos vulnerables a la degeneración cognitiva relacionada con el envejecimiento. Se explica en un amplio reportaje del National Geogrphic en marzo del 2014. Las implicaciones son fascinantes. ¿Será cierto que al beber las aguas del Ganges reciben su dosis de inmortalidad? ¿Será la inmortalidad el fruto de la interacción humana en sociedad, en grupos de afinidad común y no una bebida sagrada?

Finalmente, según declaraciones del psicólogo Mark Levine de la Universidad de Exeter (Inglaterra), «pertenecer a un ente colectivo puede cambiar nuestra forma de ver el mundo», algo que ya se había afirmado sobre el lenguaje, al fin y al cabo, la expresión más genuina de pertenencia a una comunidad; y Dirk Helbing, de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, lo certifica diciendo que «existe una imperiosa fuerza social que nos impulsa a convivir». Ya lo decía Aristóteles en el siglo IV a. C.: el hombre es un ser social por naturaleza.

Lo que sucede en la fiesta de Kumbhamela puede interpretarse de muchas formas, puede llamar la atención o repeler, puede tener múltiples lecturas, pero en todo caso, no nos puede dejar indiferentes. La siguiente Kumbhamela se celebrará en el año 2025, por si sienten curiosidad. Pero si tienen oportunidad, antes vean el episodio que el periodista y viajero Simon Reeve grabó sobre el río sagrado de La India, el Ganges.

Reunión de la gente del bosque, los Omaticaya, con la gente del arrecife, los Metkayina.

Y, finalmente, no sé si lo verán ustedes así, pero a mí me parece que toda la película de Avatar: el sentido del agua, se basa en esta premisa. Una unión espiritual de todos los habitantes del planeta Pandora, tanto de Na’vis, como de otras criaturas, por ejemplo, los Tulkun o de la exuberante flora del planeta, como el Árbol Espiritual de los Metkayina. Se necesitan y se apoyan entre ellos como los miembros de cada comunidad, los Omaticaya y los Metkayina, entre sí, y que al final colaboran y se sienten miembros de una misma unidad, los habitantes de Pandora, como si de una misma familia se tratase. Como la que forma el protagonista, Jake Sully con Neytiri y sus hijos. Así, al menos lo declaró Sigourney Weaver: «La historia es sobre la familia, sobre nuestras familias tratando de permanecer juntas [y] hasta dónde llegamos para protegernos unos a otros y proteger el lugar donde vivimos». La inmortalidad.

El mito de La Batida del Océano de Leche es uno de los más importantes de los miles que existen en La India y muchos historiadores y expertos en religiones y mitologías, como el francés George Dumézil (1898-1986), lo han estudiado encontrando paralelismos sorprendentes. Dumézil realizó su tesis doctoral sobre este mito afirmando que su estructura se halla presente en todos los pueblos Indoeuropeos, desde La India hasta las culturas nórdicas y las clásicas como Roma: sacralidad, fuerza guerrera y fertilidad. Y tambien protagoniza la serie de películas, sobre todo esta segunda: sacralidad con la comunión espiritual con los Tulkum o el misticismo del que hace gala Kiri Sully; fuerza guerrera en el enfrentamiento entre los habitantes de Pandora y los humanos; y fertilidad representada tanto en la cría de Tulkum, como en la amplia familia Sully y el embarazo de Ronal, la líder de los habitantes del arrecife.

Del mismo modo, la Amrta la asimila a la Ambrosía clásica o al mito de las Manzanas de la Inmortalidad de Freya (diosa de la juventud, la belleza y la fertilidad) en la mitología germana. También al consumo ritual de una bebida espiritual, alcohólica o alucinógena, como sucede en algunos rituales chinos de la primavera o al Potlach alimenticio de los Indios de la Costa Noroeste de Norteamérica. Otros investigadores, como el lingüista alemán Heinrich Zimmer (1890-1943), consideran que lo importante no es la Amrta, sino el veneno Kâlakûta, que hace que al tragárselo Shivá, venza a la muerte. Otra forma de inmortalidad. En general, piensa que, bajo todos estos textos, existe una búsqueda universal, la del mito alquímico de la legendaria Piedra Filosofal. No solo se trataba de una sustancia capaz de convertir los metales básicos en oro (chrysopoeia), sino que también se creía que podría ser un elixir de la vida, útil para el rejuvenecimiento y, con ello, lograr la inmortalidad. O también la Fuente de la eterna juventud, mencionada por Heródoto, se me ocurre. ¿Por qué los humanos anhelamos la inmortalidad, la suerte de los dioses, y ellos suspiran por una vida mortal como la de los humanos hasta el punto de mostrarse entre nosotros como tales mortales? Todas las religiones y mitologías nos hablan de Dioses que se mezclan con los hombres en la Tierra ¿Y no fue hasta lo que hizo Jesús? Dejó un mensaje de vida eterna mientras él disfrutó de una existencia finita entre los hombres. ¡Dichosas e incomprensibles dualidades!

Claro que por debajo de todas estas interpretaciones subyace una que articula todo el mito y está presente también en las interpretaciones de los especialistas. No es otra cosa que la lucha entre Dioses y Demonios (Asuras), el bien contra el mal, la razón contra la irracionalidad y la violencia.

Otro día les cuento los mitos asociados al Soma, una planta y la bebida que se extrae de ella y que en los textos védicos, anteriores a las Epopeyas de las que he hablado, equivale a la Amrta, la bebida de los dioses, la enzima que portan los Tulkun en su cerebro y que proporciona la inmortalidad a los hombres. En ninguno de todos esos mitos, ni en sus interpretaciones, ni en las películas de James Cameron, se profundiza en la pregunta de si realmente Dioses, Asuras (Demonios) o los mismo hombres, se merecen tal don. Tal vez solo Pandora se lo planteó y por eso, guardó la esperanza en el rincón más recóndito de la caja.

Vean la película sin pensar en nada de esto. De verdad que es un prodigio de técnica y efectos especiales, de paisajes, música, fotografía… y de relaciones humanas (en el sentido peyorativo de la palabra, porque quienes más las demuestran no lo son). No se fijen demasiado en la historia ni en los diálogos, pienso que ahí flojea y repite estereotipos. Y en cuanto a las actuaciones, no sé si serán capaces de apreciarlas tras las figuras azules producto de los efectos CGI. Yo es que desde el Gollum de Andy Serkis y el Smaug de Benedict Cumberbatch, creo que habría que crear una nueva forma de llamar a esta forma de actuar, me parece todo un arte. E, incluso, soy partidaria de que habría que dotar una nueva categoría de Premios Oscar. ¡¡Me maravillan!!

Y sepan que todos ellos tuvieron que filmar bajo el agua conteniendo la respiración durante varios minutos. Los niños que actúan entrenaron durante seis meses para prepararse para las escenas submarinas. Trinity Bliss (Tuktirey «Tuk» Sully), que tenía siete años, consiguió, como la mayoría de los actores, aguantar cuatro minutos la respiración bajo el agua. Y aunque no se lo crean, Kate Winslet, en el papel de Ronal, una de los Metkayina, la esposa de su líder, que era la primera vez que trabajaba con la técnica de captura de movimiento e insistió en realizar todos los de su personaje, fue una de las que tuvo que aprender buceo libre para ello. Pero resultó ser la que más aguantó bajo el agua, 7 minutos y 14 segundos. Dio un susto tremendo al set, donde pensaron que le había ocurrido algo, pero batió todos los récords conocidos, superando incluso al temerario Tom Cruise en la película Misión imposible: Nación secreta (2001, Christopher McQuarrie). Cualquiera diría que tras Titanic (1997, James Cameron),  Kate se aseguró de no volver a perder a nadie bajo las aguas del océano, o que la inmortalidad de la Amrta que aguardaba en su seno a ser rescatada, la alcanzó durante el rodaje. ¿Quién sabe? ¡Es el sentido del agua!

AlmaLeonor_LP

La fuente principal par escribir este artículo son mis propios apuntes de la asignatura TIEMPO Y MITO EN LA INDIA que cursé hace ya muchos años en la Universidad de Valladolid, impartida por el profesor Enrique Gavilán. Fue una de las mejores clases a las que asistí durante la carrera de HISTORIA, y sigo disfrutándola cada vez que releo esos apuntes. Las demás fuentes están marcadas en los enlaces a lo largo del texto.

AlmaLeonor_LP

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