CAFÉ

Ha tenido que ser en un café
En el café
A la hora del café
Con el café vacío
Pero lleno de ti
Frente a mí
El café conmigo sólo
Solamente solo
Naufragado en la ruina de mi cuerpo
Solos tú y yo
Te has levantado
Y te me has venido encima
Como esa gran ola que dejas pasar lamiendo la largura del cuerpo
Te me has sentado abierta
Sobre mis piernas dormidas de náufrago
A horcajadas
Te me has sentado a horcajadas
Dejándome sentir el latir clamoroso de tu sexo
Los dos solos
En ese café de hambrientos
O yo solo
Ya no sé
Recordad que sólo soy un loco
Y no os debéis fiar de mis recuerdos
Ni de mis hechos
Pecho contra pecho
Has derramado tu boca en mi boca de muerto
Y me has resucitado
Como resucitan los muertos
Con ganas renovadas de seguir viviendo
He sentido el fuego abrasador de tus labios en mi sexo
Y he vuelto a ti
Oh amor
A tu más dulce y salino nacimiento
He conseguido arder
De súbito
En el fuego pavoroso de tu voz y tu silencio
He ardido
He desaparecido entre tus brazos
Rodeando mi cuello
Me han servido el café
Y no estaba
No estábamos
Porque habitamos el Misterio
Javier Funchal
Enicmático e interesante este Javier Funchal, mirando por internet veo que en diferentes fechas publicaste en tu bloc varios poemas de dicho autor.
Me gustaMe gusta
¡Hola Juan! Efectivamente fue una persona entrañable que seguí por las redes hasta su fallecimiento.
Me gustaMe gusta