ANGELONOMIKON

ANGELONOMIKON

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«Hay ángeles cuyo rostro embriaga a las mismas fieras, que reposan ocultos entre el mármol mientras contemplan con melancolía el vacío abierto ante sus pies.

Hay ángeles que combaten durante eones y necesitan detenerse un instante en medio de la eternidad antes de retornar a la lucha; dejar a un lado el escudo construido de amenazadoras nubes, la lanza forjada con la salvaje luz de un rayo, la espada templada en la sustancia del fuego empíreo y contemplar la salvaje belleza del mundo desde su rostro sereno y velado por una soñadora melancolía. Hay ángeles que ansían retornar a su imperecedero reino donde no hay sombras, ahítos del devenir de un mundo condenado a morir una y otra vez.

Hay ángeles que llevan su nombre inscrito en una estrella que nace en su frente amplia, lucero hermoso pero terrible que adorna su sien de alma guerrera. Hay ángeles que a veces se sientan exhaustos, relajan su furioso rostro y dejan traslucir tras la belicosa cota de malla la luz de su naturaleza de cristal, eterna pero frágil.»

Angelonomikon. Tractatus Angelorum. Tomo V.

Pulchritudo angelis bellator. Francesco Saverio Arriesi.

(por cortesía de Javier Arries)