POEMA 335

POEMA 335

Imagen: Duy-Huynh

No es que morir nos duela tanto.
Es vivir lo que más nos duele.
Pero morir es algo diferente,
un algo detrás de la puerta.

La costumbre del pájaro de ir al Sur
—antes de que los hielos lleguen
acepta una mejor latitud—.
Nosotros somos los pájaros que se quedan.

Los temblorosos, rondando la puerta del granjero,
mendigando su ocasional migaja
hasta que las compasivas nieves
convencen a nuestras plumas para ir a casa.

Emily Dickinson

El Día Azul
30 de mayo de 2023

ME DESORDENO, AMOR, ME DESORDENO…

ME DESORDENO, AMOR, ME DESORDENO…

Imagen: Fernand Leger (1881-1955)

Me desordeno, amor, me desordeno
cuando voy en tu boca, demorada;
y casi sin por qué, casi por nada,
te toco con la punta de mi seno.

Te toco con la punta de mi seno
y con mi soledad desamparada;
y acaso sin estar enamorada;
me desordeno, amor, me desordeno.

Y mi suerte de fruta respetada
arde en tu mano lúbrica y turbada
como una mal promesa de veneno;

y aunque quiero besarte arrodillada,
cuando voy en tu boca, demorada,
me desordeno, amor, me desordeno.

Carilda Oliver (1922-2018)

El Día Azul (30 de abril de 2023)

RIMA XVIII

RIMA XVIII

Imagen: Tammam Mohamad

Fatigada del baile,
encendido el color, breve el aliento,
apoyada en mi brazo
del salón se detuvo en un extremo.
Entre la leve gasa
que levantaba el palpitante seno,
una flor se mecía
en compasado y dulce movimiento.
Como cuna de nácar
que empuja al mar y que acaricia el céfiro,
tal vez allí dormía
al soplo de sus labios entreabiertos.
¡Oh! ¡quién así, pensaba,
dejar pudiera deslizarse el tiempo!
¡Oh! si las flores duermen,
¡qué dulcísimo sueño!

GUSTAVO ADOLFO BECQUER

El Día Azul
30 de enero de 2023

DESDE LA TIERRA RAÍZ DEL SOL

DESDE LA TIERRA RAÍZ DEL SOL

Imagen: Lisa G.

No me digas que las mujeres
no están hechas de la madera de los héroes,
yo toda sola cabalgué sobre vientos
a la Mar del Este durante 300.000 millas.
Mis pensamientos poéticos entonces se extendieron,
como una vela entre el océano y el cielo.
Soñé tus tres islas,
todas gemas, todas resplandecientes con la luz de la luna.
Me entristezco al pensar en los camellos de bronce,
guardianes de la China, perdidos en espinas.
Avergonzada, no he hecho nada;
ninguna victoria a mi nombre.
Sólo hice sudar a mi caballo de guerra.
Contraída porque mi patria
me hace daño en el corazón. Así que dime;
¿cómo puedo aprovechar mis días aquí?
¿una invitada disfrutando las brisas de primavera?

QIU JIN (Fujian, China, 1875–1907)
Traducción del inglés, de la versión de Zachary Jean Chartkof

El Día Azul
30 de Diciembre de 2022

NO TIENE QUE OCURRIR, PERO PUDIERA

NO TIENE QUE OCURRIR, PERO PUDIERA

Imagen: Esma Bensidi Assa (Esma Oz).

No tiene que ocurrir, pero pudiera.
Es noche en este cuerpo cristalino
y allá, vaya a saber con qué pretexto,
en las pupilas tu candor asoma.

No tiene que ocurrir, pero pudiera.
Dura es la vida como mármol virgen.
Pero por un instante, un solo instante,
las gestos del querer se multiplican.

No tiene que ocurrir, pero pudiera.
De pronto entre la sangre una fisura
hermana como hermanan, lo sabemos,
las gestas del sudor entremezclado.

No tiene que ocurrir, pero pudiera.
El acontecimiento de una planta
abriéndose camino a manotazos
desde el desolladero de la roca.

No tiene que ocurrir, pero pudiera.
Usted retoma el pulso, la hidalguía,
vuelve al principio y piensa despacito
y se deshace como flor temprana.

No tiene que ocurrir, pero pudiera.
Se compra abrigo el frío en algún rastro,
es domingo y las manos se enternecen,
el beso llama a la caricia y cunde.

No tiene que ocurrir, pero pudiera.
Por una vez no sirven precedentes
y uno va y se desnuda sin complejos
y sale el sol y la ternura aflora.

No tiene que ocurrir, pero pudiera.

Jose Miguel Junco Ezquerra
«Cierta forma de viento en los cabellos» (2011)

El Día Azul
30 de Noviembre de 2022

UNA MUJER TENDIDA EN UN RECUERDO

UNA MUJER TENDIDA EN UN RECUERDO

Imagen: Ojan Shirozhan

Una mujer tendida en un recuerdo
convoca bajamares y crepúsculos,
el canto del rosal y los jazmines,
la fragancia del mirlo y la oropéndola,
el intenso sabor del horizonte.
Convoca el alborozo, el júbilo, la gracia,
un pueblo de palomas, un humedal de nubes,
a los supervivientes de un naufragio,
a los que penan soledad y exilio.
Convoca al rayo, al trueno, las tormentas,
la luz que les señala a los espíritus
qué dirección seguir hasta la orilla;
amaneceres que enterró la noche.
Convoca a los que sueñan sueños locos,
a los que se desgarran y caminan
anónimos, sin rumbo que no sea
el cementerio de las mariposas.
Convoca al derrotado que resiste,
al que cierra los ojos y no duerme
y combate el dolor con la añoranza
de una mujer tendida en un recuerdo.

JOSE MIGUEL JUNCO EZQUERRA.

El Día Azul
30 de septiembre de 2022

FELICIDAD AZUL

FELICIDAD AZUL

Imagen: Giampaolo Talani

Montañas azules con nieve y fría agua azul turbulenta,
un cielo borrascoso lleno de estrellas encendiéndose
y Venus y la luna gibosa al amanecer.
Gaviotas siguiendo una motora cara al viento,
árboles con ramas prendidas al aire-
sentado al sol del mediodía con la furiosa
sombra humeante de la chimenea de la cabaña-
Águilas que planean viento abajo,
golondrinas marinas vuelan a golpes de viento,
una nueva marca de tabaco a las once.
Y mi amor que vuelve en el autobús de las cuatro
—Dios mío, ¿por qué nos has dado todo esto?

MALCOLM LOWRY

El Día Azul
30-08-2022

SUEÑO DEL MARINERO

SUEÑO DEL MARINERO

Imagen: Sandro Chía.

Yo, marinero, en la ribera mía,
posada sobre un cano y dulce río
que da su brazo a un mar de Andalucía,

sueño ser almirante de navío,
para partir el lomo de los mares
al sol ardiente y a la luna fría.

¡Oh los yelos del sur! ¡Oh las polares
islas del norte! ¡Blanca primavera,
desnuda y yerta sobre los glaciares,

cuerpo de roca y alma de vidriera!
¡Oh estío tropical, rojo, abrasado,
bajo el plumero azul de la palmera!

Mi sueño, por el mar condecorado,
va sobre su bajel, firme, seguro,
de una verde sirena enamorado,

concha del agua allá en su seno oscuro.
¡Arrójame a las ondas, marinero:
-Sirenita del mar, yo te conjuro!

Sal de tu gruta, que adorarte quiero,
sal de tu gruta, virgen sembradora,
a sembrarme en el pecho tu lucero.

Ya está flotando el cuerpo de la aurora
en la bandeja azul del océano
y la cara del cielo se colora

de carmín. deja el vidrio de tu mano
disuelto en la alba urna de mi frente,
alga de nácar, cantadora en vano

bajo el vergel azul de la corriente.
¡Gélidos desposorios submarinos,
con el ángel barquero del relente

y la luna del agua por padrinos!
El mar, la tierra, el aire, mi sirena,
surcaré atado a las cabellos finos

y verdes de tu álgida melena.
Mis gallardetes blancos enarbola,
¡Oh marinero!, ante la aurora llena

¡y ruede por el mar tu caracola!

Rafael Alberti

El Día Azul
30 de julio de 2022

UNA HISTORIA DEL AZUL

UNA HISTORIA DEL AZUL

Imagen: Karin Kneffel

Convalecencia del azul después del aguacero …

El cielo vuelve a colorearse. Los árboles gotean y el pavimento bebe. La ciudad también ensaya algunas frases. Risas húmedas y lluvia descalza. Parece que el paisaje está salpicado de creencias.

A uno le gustaría cultivar este azul y luego cosecharlo con el gesto tranquilo, en un delantal de lona o en una cesta de mimbre. Arreglar el cielo en racimos, desgranar sus perfumes, retener por unas horas la belleza contra sí mismo y reconciliarse.

Se quiere, se mira, se sabe que no se puede hacer más; que es suficiente con permanecer allí, parado en la luz, desprovisto de gestos y de palabras, con un deseo del amor un poco animal, sin dar importancia al paisaje, suponiendo que se sabe que no es para nada, porque el amor es precisamente nuestra tarea, nuestro deber, incluso si fuese tan frágil como estas gotas de agua de lluvia cayendo en la hierba del jardín.

Jean-Michel Maulpoix.
Una historia del azul (1992).
Traducción de Valeria Guzmán Pérez. 

El Día Azul
30 de junio de 2022

LA CORTESÍA DE LOS CIEGOS

LA CORTESÍA DE LOS CIEGOS

Marc Chagall

Un poeta lee poemas a unos ciegos.
No se imaginaba que fuera tan difícil.
Le tiembla la voz.
Le tiemblan las manos.
Siente que cada frase
debe superar la prueba de la oscuridad.
Tendrá que arreglárselas sola,
sin luces ni colores.
Peligrosa aventura
para las estrellas de sus poemas,
para la aurora, el arco iris, las nubes, los neones, la luna,
para los peces hasta ahora tan plateados bajo el agua
y los azores tan callados, altos en el cielo.
Lee -porque es ya demasiado tarde para no leer-
sobre el niño de la cazadora amarilla en el verde prado,
sobre los rojos tejados que se pueden contar en los valles,
sobre los vivaces números en las camisetas de los jugadores
y sobre una mujer desnuda tras una puerta entreabierta.
Quisiera omitir -aunque eso no es posible-
a todas aquellos santos en la bóveda de la catedral,
aquel gesto de despedida desde la ventana del vagón,
la lente del microscopio y el destello en el anillo,
y las pantallas y los espejos y el álbum con rostros.
Pero es grande la cortesía de los ciegos,
grandes sus comprensión y su magnanimidad.
Escuchan, sonríen, aplauden.
Alguno de ellos incluso se acerca
con un libro abierto al revés
pidiendo un autógrafo invisible para él.

WISLAWA SZYMBORSKA
(Traducción de Abel A. Murcia Soriano)

El Día Azul
30 de mayo de 2022

A %d blogueros les gusta esto: