GASPARO DE MONTALBAN

GASPARO DE MONTALBAN.

Imágen: Justyna Kopania.

Un leve toque en la puerta le avisaba de la hora de su medicina. El viejo sirviente entró con cadencioso paso y una bandeja temblorosa en las manos.

—Su medicina, madam.

—Gracias, Samuel.

—De nada, madam. —Miró hacia un lado, sobre el sillón de la mujer descansaba el libro que llevaba consigo desde hacía semanas—. ¿Le gusta, madam?

Ella se volvió con desgana hacia donde la mirada y barbilla del hombre señalaban.

—Sí, sí, gracias Samuel. Gracias por haber encontrado un libro para mí antes de…

—No hay de qué, madam. Disfrútelo. Que descanse.

Volvió a quedarse sola. Se tomó la pastilla, se sentó de nuevo en el sillón y tomó el libro entre sus manos. Aún le costaba leer en inglés, pero le agradó que su sirviente la reconociera como la mujer culta que era. La lentitud de las horas se pegaba a sus páginas de la misma forma que el calor asfixiante se pegaba a su cuerpo, perlando de gotas saladas su frente y su seno. El mar seguía en calma. Llevaba así varios días. El bochorno y el lento transcurrir del tiempo parecían haber contagiado su desidia a un océano que se mostraba ausente de olas y donde el viento no soplaba. Casi ni podía escuchar el agua, ahogado su sonido por el silencio que sobrecogía esa casa. Todo se había detenido en un punto acordado para hacer más insufrible la espera. Sujetó su medallón con una mano apretándolo con fuerza, angustiada ahora por otra preocupación que oscureció su rostro.

Un taconeo fuerte y acompasado en el patio rasgó el silencio como una daga. Sobresaltada, se levantó enseguida. Un soldado del rey descaradamente cubierto y con la espada al cinto entró sin modales en la estancia.

—Señora…

—¿Es la hora?

—Sí, señora. Debe acompañarme. El gobernador la espera. Todo está preparado.

—Deme tiempo para…

—Ha tenido ya demasiado tiempo, señora. Ya no queda. Debe venir conmigo.

La brusquedad y significado de esas palabras encogieron su corazón, mas no su ánimo ni su orgullo. Su familia era noble, descendía de una estirpe de alta cuna. La desgracia que había acontecido a su marido y a su casa, no mermaría un ápice ni su educación ni su compostura. Cerró el libro que aún permanecía marcado por su dedo índice en la página que leía y con paso firme se dirigió hacia su sirviente que aguardaba detrás del hombre embozado.

—Muchas gracias por todo, Samuel. Cuida bien de este libro. Es mi última petición para ti. Eres libre.

—Siempre la recordaré madam. Que Dios la acoja en su seno.

— / —

A Gasparo de Montalbán, El Silente, no le gustaba rendir cuentas a nadie. No tenía señor ni servía vasallaje a ningún rey ni corona, él era el único dueño de su libre albedrío. Hombre duro y taciturno, al tiempo que arrojado y valiente, se le tenía por uno de los piratas más respetados y temidos en las rutas que unían las islas caribeñas con el continente. A menudo se vio involucrado en intrigas y conspiraciones, ya fuese por sus artes o por las de otros, lo que le había supuesto el calificativo de “Conspirador” entre sus enemigos que crearon a su alrededor una siniestra fama. Era, a todas luces, inmerecida, pero lograron señalarle como proscrito hacía ya mucho tiempo. Claro que no pocas veces le había venido bien para amedrentar a según qué contrincantes. Pocos sabían de su vida antes de capitanear el Concepción, su galeón, su orgullo, el buque insignia de sus correrías que había bautizado con el nombre de su madre. Como pudo, o como su personalidad le dio a entender, había conseguido llegar a ser el mejor capitán pirata en esta parte del mundo, siempre de manera sigilosa, silente, de ahí el único apodo que sus hombres se atrevían a repetir en público.

Su segundo, Armindo Duarte, era un portugués pendenciero que perdió una oreja y parte del oído derecho por un cañonazo holandés, pero que lo compensaba con su vista de lince y un olfato infalible para conocer a sus hombres. Antes del amanecer la atmósfera en el barco pirata era una combinación de acción frenética, camaradería y determinación. Duarte andaba atareado de popa a proa, profiriendo órdenes a voz en grito a los marineros, unos trabajando enérgicamente, cumpliendo sus tareas con habilidad y dedicación, otros, una recua de perezosos, mereciendo más de un pescozón que propinaba a mano abierta, marcando los dedos en la nuca del desafecto. Faltaba poco para que saliera el sol y todo debía estar preparado. Miró hacia levante. El capitán estaba a punto de aparecer. Cuando el primer rayo de sol se dejó ver, Duarte levantó los brazos y todos los marineros callaron dejando de hacer lo que estuvieran haciendo para alinearse unos junto a otros con la vista fija hacia el puente.

Gasparo de Montalbán salió a cubierta echando una ojeada rápida a todos los presentes en un gesto de aprobación y reconocimiento. Alguna que otra sonrisa de orgullo recorrió la marinería. Los ojos de Duarte se enorgullecieron. Su capitán era el mejor señor al que había servido. Con todo el aplomo que le caracterizaba, Gasparo se dirigió al timonel, quien le cedió el puesto dejando en sus manos el mando del barco.

—Capitán…

Entonces, Gasparo miró al frente, abrió su camisola y dejó que la luz del sol le inundara. El medallón que colgaba de su pecho brilló como solo hacía al alba, hasta que el sol estaba ya demasiado alto para tocarle. En ese momento, lo asía con una mano llevándoselo a los labios y lo besaba. El Colgante de Sangre de Mar había otorgado su bendición al Concepción y a sus tripulantes. El capitán se volvió hacia sus hombres alzando el medallón y estos prorrumpieron en gritos y vítores. Acto seguido, todos volvieron a sus ruidosas y minuciosas tareas a bordo, bajo el mando férreo de Armindo Duarte.

—¡Todos a seus postos! ¡Içar velas! ¡Que el Concepción vuele como só él sabe fazer! ¡Pandilla de haraganes! ¡A trabalhar!

Gasparo ya no le escuchaba. Su mente se encontraba muy lejos, su mirada se tornó turbia, llena de misterio y secretos. Una sombra atravesaba su ser sin que pudiera disiparla ni los enérgicos vientos del golfo de México, causándole un dolor infinito en el pecho. Había ocultado a sus hombres sus intenciones al hacerse a la mar hacía ya varias semanas. Ninguno de ellos conocía su destino.

Detrás de esa fachada impenetrable, se escondía un hombre atormentado. Nunca conoció a su madre. Era un bebé cuando le arrancaron de su lado tras morir su padre. A ella la llevaron presa a España, acusada de las supuestas traiciones de su marido a la corona. No pudo defenderse, pero salvó a su hijo, a Gasparo. Solo le dejó en herencia un libro de horas escrito en inglés y ese colgante. Lo único que sabía es que un sirviente de su madre se lo había colocado al cuello cuando lo dejó en la puerta del convento de Santa Inés, en la Martinica.

Un día, una vieja adivina de la Gran Antilla le aseguró que su colgante era mágico. Contenía una gota de la Sangre del Mar, y por ello, su poseedor sería el dueño y señor de todas las criaturas del océano, desde la más lenta tortuga, al más rápido delfín, desde el pequeño lenguado a la gigantesca ballena, desde el escurridizo pulpo a la potente raya. Podría dominarlos a todos, también tormentas y galernas, las olas y las aves que las sobrevolaban buscando sustento. Ellas serían sus aliadas. Gasparo nunca se creyó todo eso, pero le gustaba el resplandor que el alba arrancaba de su pulida superficie. Le intrigaban las marcas que lo rodeaban, llevaba tiempo tratando de desentrañar su significado. Eso lo sabían bien sus hombres, testigos mudos de años en esa búsqueda. Lo que no sabían es que ya lo había descubierto.

Era una clave. Una ruta. Un destino.

Sabía dónde estaba el viejo palacio de su madre. El colgante se lo reveló.

Y se dirigía hacia allí.

Aquella obsesión le había arrebatado algo más que el sueño. Su naturaleza juiciosa, analítica y estratégica, se diluía en cuanto encontraba el significado de un nuevo símbolo de su colgante. El problema es que esa determinación rayana en la locura a veces, empezaba a minar la confianza de sus hombres. Su habitual lógica y racionalidad, que en tantas ocasiones les llevó a la victoria, en esta ocasión les desconcertaba. Esta vez no conocían su destino, ni la ruta. Gasparo les iba revelando un nuevo rumbo cuando alcanzaban el punto que les había indicado el día anterior. Lo hombres empezaban a dudar, murmuraban, le vigilaban expectantes… Se daba cuenta de ello. Pese a su carisma y la devoción que sentían por él, el ambiente se enrarecía a bordo.

Entonces, como un presagio de fortuna, el vigía lanzó un grito anunciando tierra. Una algarabía de voces recorrió el barco haciendo salir al capitán de su camarote. Gasparo tomó su colgante con la mano y miró al horizonte.

—Señor… ¿Hemos llegado? ¿Es esa isla nuestro destino?

—Espero que sí, Armindo, espero que sí.

El portugués sonrió. Recordaba muy bien cuando conoció a Gasparo. Buscaba hombres de confianza para botar un galeón y él se ofreció con gusto, subyugado por la imponente presencia del joven capitán. Vio en sus ojos la determinación y el deseo de libertad que solo los auténticos hombres de mar poseen. Pero también un aura de soledad de la que nunca lograba desprenderse. Tal vez aquel hombre no podía permitirse confiar en cualquiera y nunca encontró un verdadero apoyo en sus travesías. Él se sentía orgulloso de que le hubiese confiado ese papel y desde ese día Armindo Duarte, henchido de comprensión y lealtad, fue para Gasparo el faro en medio de la oscuridad de sus tormentos, cuidaba de él cuando el desánimo le vencía y no permitía que nadie dudara de su valentía y coraje.

El capitán subió al puente. El aire salado y fresco acariciaba su rostro, despertando sus sentidos. Efímeros tonos dorados y anaranjados pintaban el cielo mientras el sol se elevaba en el horizonte.

—¡Ajustad las velas! ¡Preparad los cañones!

Entre la marinería, miradas furtivas de unos a otros se preguntaban por el verdadero alcance de las palabras de su capitán. El sonido del agua rompiendo contra el casco, cada vez más fuerte, era el único que se escuchaba en esos momentos. Hasta los corazones se habían detenido. Un murmullo de desaprobación empezó a correr por la borda. Gasparo se volvió mirando uno a uno a los hombres que tenía a su alcance. El último fue Duarte, quien entendió.

—¿Es que no lo habéis oído? ¡Aos seus postos, haraganes!

La orden del segundo surtió un efecto inmediato. Los hombres se movieron a una y el barco enfiló raudo hacia aquella isla coronada por una colina en la que se vislumbraba una construcción. Gasparo lo había encontrado. Un respetuoso silencio acompañó las tareas cotidianas, como si todos intuyeran que algo sagrado se estaba gestando en su interior. Los ojos del capitán se llenaron de una mezcla de esperanza, melancolía y determinación. La evocación de su madre trajo consigo la calidez de un abrazo y las palabras de aliento que debió recibir de ella en sus peores momentos. En ese instante, sentía su presencia, como una fuerza reconfortante que le daba fuerzas para enfrentarse a los desafíos que aguardaban en el horizonte.

Había llegado a su destino, aunque alcanzarlo no sería fácil.

—Capitán… ¿Ve os recifes?

—Sí… No te preocupes, Armindo. Hay una ruta.

—Pero los hombres están com medo, capitán.

No lo confesaría, pero él también estaba preocupado. No sabía muy bien como enfilar esa línea de arrecifes en realidad. El mapa que había ido trazando según desentrañaba el significado de un nuevo símbolo de su medallón terminaba justo donde estaban en esos momentos, frente a aquel islote perdido en el mar que una vez fue uno de los puertos más frecuentados de las Antillas. Tenía que haber una entrada, pero no la conocía. Confiaba en su pericia para hallar un camino expedito entre los arrecifes hasta la ensenada segura que se divisaba frente a ellos, en la isla del Fraile. Ese era su nombre.

—¡Capitán! ¡Se acerca una tormenta! —gritó el vigía.

Eso era lo peor que les podía pasar en medio de un mar picado de dentelladas en forma de arrecifes. Gasparo se dio la vuelta. La tenían encima. Le habían hablado de lo cambiante que eran las nubes en esa parte de la costa antillana, pero nunca pensó que una tormenta se les echase encima sin verla siquiera. Y esa tenía todo el aspecto de una galerna.

—¡Todos a sus puestos!

—Capitán, temos que salir para o mar, não podemosnos aproximar a esa isla com vendaval… ¡Capitão!

La tormenta arreció de repente y el oleaje empujaba peligrosamente el Concepción hacia los arrecifes. Entonces, un grupo de delfines se colocó delante de proa saltando por encima de la espuma que provocaban las olas al chocar contra el barco.

—¡Allí! ¡Mirad! —gritó el vigía de nuevo.

Gasparo se asomó desde el puente y les vio. El Colgante de Sangre de Mar que llevaba sobre el pecho le quemaba. Lo sujetó con ambas manos y lo vio brillar bajo la negrura del cielo.

—¡Seguidlos! ¡Duarte! ¡Seguidlos! ¡Tras los delfines!

Gasparo le señalaba el grupo de cetáceos que se afanaba por llamar su atención en medio de un mar embravecido. Cuando el Concepción varió el rumbo orientándose hacia ellos, emprendieron la marcha. Siguiendo su estela, sorteando como pudieron los embates de la galerna, se escurrieron entre los arrecifes como si pintaran una línea imaginaria que los rodeara. El peligro no arredraba, pese a esa orientación inusitada, era muy difícil manejar un navío tan grande azotado por babor y estribor por vientos cada vez más fuertes, en medio de la lluvia y sobrepasados por olas que asustaron a los marineros menos expertos. Armindo se desgañitaba dando órdenes a diestro y siniestro, sin sujetarse apenas, parecía que ni siquiera ese infierno podría separar sus pies de la cubierta. La vela mayor dio un viraje inesperado y uno de los hombres cayó por la borda.

—¡Hombre al agua!

Duarte no se lo pensó. Se sujetó un cabo a la cintura y se tiró al agua ante el asombro de Gasparo. No podía perder ni un solo hombre, pero solo pensar que no volvería a ver a su segundo hizo que todo su aplomo se desvaneciese en su segundo, escurriendo por su cuerpo junto con las gotas de lluvia que no dejaba de caer. Al cabo de unos instantes, el marinero que sujetaba el cabo que portaba a Armindo notó un tirón y empezó a izarlo.

—¡Ayudadme! ¡Ayudadme!

Varios marineros, y hasta Gasparo, corrieron hacia ese punto y tiraron de la cuerda. En poco tiempo, Duarte y el marinero, que había perdido el conocimiento y colgaba casi inerte del potente brazo del portugués, eran subidos a bordo.

—Armindo, no se te ocurra volver a hacer una cosa así ¿Me has oído?

—Sí…, capitán…, tiene mina… palavra.

Poco después, el Concepción se vio libre del peligroso arrecife, enfiló hacia la isla y, casi como por arte de magia, las nubes se levantaron dejando ver un jirón de cielo azul. Gasparo miró hacia el agua que empezaba a calmar su ímpetu buscando a sus improvisados guías, pero los delfines ya no estaban allí. Sujetó su colgante recordando las palabras de aquella adivina. ¿Sería verdad que la Sangre de Mar les había salvado? Un potente graznido le hizo abandonar sus pensamientos y alzó la mirada. Un grupo de gaviotas les sobrevolaban al tiempo que el sol empezaba a dejarse ver. Entonces oteó más allá. Creyó ver…

—¡Capitán! ¡Hay un hombre en la ensenada! Nos hace señas.

Gasparo mandó bajar un bote para acercarse a la playa. Nombró unos cuantos hombres, dejando a Armindo a aparte, debía recuperarse del esfuerzo por salvar a aquel marinero. Pero, en medio de la maniobra para arriar el bote, el portugués, digno hijo de la costa de Lisboa, se presentó en cubierta.

—Gasparo, preciso falar contigo, caralho! ¿Dejome varado o qué?

—Duarte, estás herido… Descansa, ya bajarás a tierra más tarde. Debo irme.

Pero el portugués no necesitaba en esos momentos al silente, sino seguir a su capitán a donde fuera, y si era para saber por fin cual había sido el destino de esa terrible travesía, lo haría con o su consentimiento, aunque como buen segundo, necesitaba ese permiso. Se quejaba amargamente dirigiéndose al pirata con un tono rudo y una mezcla de palabras en español y portugués.

— Joder, no aguanto más esta maldita navegação! Necesito sentir la tierra bajo mis pies, caralho! Essa merda de mar me está deixando maluco, porra! Necesito pisar terra firme, capitán! Essa viagem tá a me foder! Solo quiero alejarme de este puto barco y poner los pies en el suelo, coño!

Gasparo, sorprendido por la interrupción y el vulgar lenguaje que solo asomaba a la boca de su segundo en momentos de verdadera angustia, le dejó subir a la embarcación. En esos momentos pensaba más en el hombre que veía en la playa que en su propio lugarteniente. Ya tendría tiempo de ocuparse de él si es que aún no estaba recuperado del todo. Duarte, como si adivinara el pensamiento silencioso de su capitán le reconfortó.

—Estoy bien, capitão, estoy bien.

Gasparo asintió y, ahora sí, junto a Armindo y el resto de los hombres que había designado, se dirigió a la playa. El Concepción quedó bien amarrado en la protegida ensenada, la tormenta había desaparecido y el sol brillaba en lo alto iluminando un palacio semiderruido. El hombre que esperaba en la playa se le antojó más anciano aún de lo que se apreciaba desde el barco, parecería que tuviera cien años. Se acercó muy despacio en cuanto la chalupa tocó tierra. Renqueaba y se dolía al caminar, pero cuando vio a Gasparo frente a él sonrió.

—Sabía que un día vendrías…

—¿Me conoces?

—Conozco ese medallón y el libro que escondes en el cinturón. Yo se los dejé a un bebe que tuve que abandonar para salvar su vida. ¡Bienvenido a casa! Madam, tu madre, estaría orgullosa de ti.

—¿Cuál era mi nombre?

—Mendoza, Diego de Mendoza y Navarro. Y ese colgante era la enseña de tu casa y linaje. La Sangre de Mar, encierra una gota de la sangre de tu padre. Ahora puedes reclamar lo que es tuyo y vengar su ignominia.

—Dime como.

— / —

En el vasto océano el destino de un hombre es tan impredecible como la propia naturaleza. No se puede dejar llevar demasiado por las ilusiones ni se puede olvidar de que el mar es incierto, solo se está seguro si se sabe mantener los pies en la tierra. Cada ola que surca, cada tesoro que persigue martilleará una pregunta en sus oídos con cada golpe de viento ¿valdrá realmente la pena? Gasparo de Montalban, Diego de Mendoza y Navarro, lo sabe bien, pero ahora sabe también que la realidad puede ser más implacable de lo que nunca imaginó. Su verdadera aventura daba comienzo en esos momentos.

AlmaLeonor_LP

Esta historia es el resultado de un ejercicio realizado con ChatGPT dentro de un curso que hice en Valladolid sobre Inteligencia Artificial para escritores, impartido por el escritor y experto en Inteligencia Artificial, Christian Fernández. Una IA no escribe un relato y mucho menos una novela, es el escritor quien lo hace. Primero, porque no resulta tan sencillo pedirle a ChatGPT que escriba lo que quieres, hay que tener claros muchos conceptos y hacer las preguntas pertinentes. Y segundo, porque lo que escribe el ChatGPT, por mucho que se adecue a lo que le has preguntado, nunca tendrá «alma», nunca será un realto completado, necesita del autor del relato, de quien ha hecho las preguntas, quien, al fin y al cabo conoce lo que quiere escribir. Reconozco que yo no sabía lo que quería escribir. Empece las preguntas al ChatGPT siguiendo las explicaciones del profesor, pero parecía que algo iba tomando forma y aseguré a Christian y a mis compañeros de curso que terminaría de escribir la historia de Gasparo de Montalban, el mayor acierto del ChatGPT, el nombre de mi protagonista. Así que aquí está el relato. Podría seguir, modificar muchas cosas, hacerlo más largo e incluso más corto, pero se trata solo de un ejercicio, una demostración de que el ChatGPT o cualquier otra Inteligencia Artificial de escritura, no puede, por sí sola, escribir una historia.

Quien quiera puede solicitarme las preguntas que realice al ChatGPT y las respuestas que obtuve para que compruebe que con ello es con lo que escribí este relato, pero lo que me respondió NO ES el relato.

AlmaLeonor_LP

HOY ES UN DOMINGO DE MIERDA

HOY ES UN DOMINGO DE MIERDA

Imagen: Lucia Heffernan.

hoy es un domingo de mierda
así que no me digas que
cada día hay algún motivo para ser feliz
porque si te das cuenta
la vida es insoportable
a pesar de que
a veces hay momentos de felicidad
la alegría no suele durar mucho
y no es verdad que
todo depende de nuestras ganas
porque
el amor verdadero existe solo a veces
y tú también lo sabes
todo es cuestión de suerte
y por eso nunca podré pensar que
la vida merece la pena.

(Ahora léelo al revés)
Literland.

ENTREVISTA LA BARANDILLA

ENTREVISTA LA BARANDILLA

Hace unos días tuve el honor de ser entrevistada por Jose Manuel Dolader en su programa LA BARANDILLA, dentro de la sección 27 LETRAS Y 1 LIBRO. La Asociación La Barandilla, entidad sin ánimo de lucro para la integración social de personas con discapacidad, fue creada en el año 2016, por personas con discapacidad, familiares y profesionales de la salud, rehabilitación y reinserción social.

Entre otros objetivos, se propone la integración social y laboral de las personas con discapacidad, la eliminación de obstáculos y barreras físicas, sensoriales y mentales, la lucha contra el estigma en la salud mental, promover proyectos innovadores y realizar estudios e investigaciones científicas, para aportar soluciones reales y factibles, la realización de proyectos de innovación social y la difusión de actividades y noticias que afectan al colectivo de personas con diversidad funcional. Dentro de esta última función, su director, Jose Manuel Dolader se trasladó a Valladolid, concretamente a Laguna de Duero, para realizar un reportaje en la residencia Clece-Vitam Gerohotel, donde, casualmente está mi madre. Ella se encargó de que Jose Manuel y todo el equipo de La Barandilla no se fueran de allí sin comprometerse a realizarme una entrevista ¡Amor de Madre!

El programa realizado en la Residencia Gerohotel puede verse aquí, y otros programas de La Barandilla en este enlace. La entrevista que me realizó Jose Manuel Dolader, es esta:

AlmaLeonor_LP

MENCIÓN ROSA CHACEL DE LA ASOCIACIÓN CULTURAL ECLIPSE

MENCIÓN ROSA CHACEL DE LA ASOCIACIÓN CULTURAL ECLIPSE

Como colofón a la jornada de feria, la Asociación Cultural Eclipse tuvo a bien nombrarme con la mención Rosa Chacel, un honor que recibí con mucho cariñó de mano de Miguel Asensio, en el banco de Rosa Chacel en Valladolid. ¡Totalmente emocionada! ¡Muchísimas gracias por esta mención que han recibido grandes escritores vinculados a Valladolid como Ángela Hernández, César Pérez Gellida, Mar Sancho, Dioni Arroyo, Mª Ángeles Cantalapiedra, Juan Martín Salamanca, Yolanda Yzard, Jorge Alonso Curiel, Elena Santiago, José Ignacio García, Sandra Broa, Germán Díez Barrio, Teresa Salvador, Rodrigo Martín Noriega y José María Atienza.

Además, la mención venía acompañada de una preciosa caricatura realizada por el artista vallisoletano Miguel Asensio:

La prensa local y nacional también se hizo eco de la noticia: Europa Press Castilla y León, El Día de Valladolid y La Vanguardia. Solo hay una cosita que lamento, y es que en lugar de hacerme figurar como vallisoletana «del 63«, me califican de «63 años», y aún me quedan unos añitos.

¡Muchísimas Gracias a Miguel Asensio y a la Asociación Cultural Eclipse por este reconocimiento! ❤ ❤

AlmaLeonor_LP

UN TEST DE PERSONALIDAD

UN TEST DE PERSONALIDAD

Dice un test de personalidad que me he hecho que soy de un tipo de humanidad calificado como MEDIADOR. Eso significa que soy más intuitiva que observadora, más racional que emocional, más prospectiva que juzgadora, más cautelosa (en un 90% ¡válgame el cielo!) que asertiva. No sé si me reconozco mucho en estas definiciones (quizá haya gente que sí me calificaría así, no lo sé), pero no será culpa del test, tal vez es que no me expresé bien en las respuestas, no soy, de eso estoy segura, de las que pueden responder a ninguna cuestión con un “si”, “no”, “casi”, “un poco”, “bastante”, “nada”… o cualquiera de las opciones de respuesta que una encuesta encorseta en casillas. Dudo al marcarlas. Yo matizaría mi respuesta. La explicaría. Yo preguntaría que quiere decir exactamente la pregunta. Pediría ejemplos concretos de lo que me piden que califique… En fin, que no sé yo si eso de los test de personalidad aciertan mucho, toda vez que este concretamente, me ha alineado con personalidades como J.R.R. Tolkien (“No es oro todo lo que reluce; no todos los que vagan están perdidos; lo viejo, si vigoroso, no se marchita; a las raíces profundas no les afecta la helada”, dijo el genio), William Shakespeare, Konstantin Levin (ya saben, esa especie de alter ego de Tolstoy en Anna Karenina), Björk, Julia Roberts, Johnny Deep, Fox Mulder (el personaje, supongo, no el actor), Ana de las Tejas Verdes, o Frodo Baggins (¡válgame el cielo! ¿Soy Frodo Bolsón?) entre otros. Pero el test sigue explicándose de esta manera:

Los individuos con personalidad de Mediador son verdaderos idealistas, siempre están buscando algún atisbo de bondad, incluso en las peores personas y en los peores acontecimientos, y tratan de encontrar formas de hacer las cosas mejor. Aunque a veces son considerados tranquilos, reservados, o incluso tímidos, los Mediadores tienen una llama interior y una pasión que realmente brillan. Constituyendo solo el 4% de la población, el riesgo de sentirse incomprendidos es desafortunadamente alto para las personas con personalidad de Mediador, pero cuando encuentran personas con ideas afines, la armonía que sienten será una fuente de alegría e inspiración.

Los Mediadores se guían por sus principios, más que por la lógica, la excitación o la practicidad. Al decidir cómo avanzar, tendrán en cuenta aspectos como el honor, la belleza, la moralidad y la virtud; los Mediadores se guían por la pureza de sus intenciones, no por recompensas y castigos. Las personas con personalidad de Mediador están orgullosas de esta cualidad y con razón, pero no todo el mundo entiende lo que conlleva estos sentimientos y eso les puede conducir al aislamiento.

En su esplendor, estas cualidades permiten a los Mediadores comunicarse profundamente con los demás, hablar fácilmente con metáforas y parábolas, y comprender y crear símbolos para compartir sus ideas. La fuerza de este estilo de comunicación intuitiva conduce a obras creativas y no es ninguna sorpresa que muchos Mediadores famosos sean poetas, escritores y actores. Entenderse a sí mismos y cuál es su lugar en el mundo es importante para los Mediadores, y exploran estas ideas mediante la proyección de sí mismos en su trabajo.

Los Mediadores tienen un talento para la autoexpresión y exteriorizan su belleza y sus secretos a través de metáforas y personajes de ficción.

La capacidad de los Mediadores con el lenguaje no se detiene en su idioma materno; se consideran superdotados a la hora de aprender un segundo (o tercer) idioma. Su don para la comunicación también conduce a un deseo de armonía por parte de los Mediadores, y les ayuda a seguir adelante cuando descubren su vocación.

Escucha a mucha gente, pero habla solo con algunos.

Sin embargo, a diferencia de otras personalidades más sociables, los Mediadores centrarán su atención únicamente en algunas personas, una sola causa digna; si se dispersan demasiado se quedarán sin energía, e incluso pueden llegar a sentirse abatidos y abrumados por todo lo malo del mundo que no pueden arreglar. Este es un aspecto triste para los amigos del Mediador, que dependerán de su visión optimista.

Si no tienen cuidado, los Mediadores pueden perderse en su búsqueda de lo bueno y descuidar el mantenimiento diario de las exigencias de la vida. De vez en cuando, los Mediadores derivan en una profunda reflexión disfrutando de la contemplación de lo hipotético y lo filosófico, más que cualquier otro tipo de personalidad. Si no se controla, el Mediador puede comenzar a perder el contacto retirándose en “modo ermitaño”, y puede requerir una gran cantidad de energía por parte de sus amigos o parejas traerlos de vuelta al mundo real.

Por suerte, como las flores en primavera, el afecto, la creatividad, el altruismo y el idealismo de los Mediadores siempre volverá y les recompensará a ellos mismos y a aquellos a los que aman, tal vez no con la lógica y la utilidad sino con una visión del mundo que inspira compasión, bondad y belleza donde quiera que vayan.

“Sabemos lo que somos, pero no sabemos lo que podemos ser”, termina por expresar el Test de Personalidad acerca de este tipo MEDIADOR en el que me ha encuadrado. ¡Vaya! Creo que no recurriré más a un horóscopo, con esto ya me ha subido la moral hasta donde no la necesito. Lo que sí creo necesitar es conocerme un poco más a mí misma. No me apetece que una batería de preguntas (ni unas runas, ni un zodiaco, ni un adivino, ni una bola de cristal…) pretenda saber de mí más que yo misma.

AlmaLeonor_LP

Test de las 16 personalidades basado
en el de Myers-Briggs (MBTI), realizado a través de este enlace.

I CERTAMEN INTERNACIONAL DE MICRORRELATO ‘JORGE ALONSO CURIEL’ 2022

I CERTAMEN INTERNACIONAL DE MICRORRELATO ‘JORGE ALONSO CURIEL’ 2022

El pasado mes de julio el escritor y crítico de cine vallisoletano, Jorge Alonso Curiel, lanzaba un Certamen de Microrrelatos con carácter internacional entre todos los escritores de habla hispana de todos los países, sin restricción alguna, instaurando así la Primera Edición de un premio con su nombre con el fin de promover la Literatura y la creación literaria, y en concreto el género tan interesante del microrrelato.

Según las bases podría participar cualquier persona mayor de edad desde cualquier país, escrito en español. Se podían enviar dos microrrelatos de un máximo de 150 palabras cada uno sin tener en cuenta el título, de temática libre, originales e inéditos. El período de envío empezó el día 7 de julio de 2022 y terminó el 15 de septiembre de 2022. El fallo tuvo lugar el día 25 de septiembre y se dio a conocer directamente a los premiados y publicado en las redes sociales del escritor Jorge Alonso Curiel (Facebook, Instagram y Twitter), en su blog Andares de Escritor y en distintos medios de comunicación.

Con una alta participación (1626 obras) recibidas desde 32 países (Israel, Colombia, Bolivia, Canadá, España, Montenegro, Alemania, Guatemala, Cuba, Italia, Puerto Rico, Paraguay, Reino Unido, Bélgica, Francia, Estados Unidos, Ecuador, Perú, México, Chile, Costa Rica, Andorra, Uruguay, Argentina, Venezuela, República Dominicana, Suiza, Polonia, Brasil, Panamá, El Salvador y Austria), se tuvo que ampliar el plazo de publicación del resultado. El doce de octubre pasado se dieron a conocer los 25 finalistas y, de estos, el jurado ha elegido al ganador, un segundo puesto y seis menciones de honor. El punto número 8 de las bases decía que se elegirían tres menciones de honor, pero tras las votaciones del jurado el empate entre seis relatos ha hecho que haya seis Menciones de Honor, siendo justos con estas obras de tan alta calidad. Este fue el palmarés:

GANADOR: «Teresita traviesa», de la escritora Carmen Noelia Rodríguez (Venezuela).

SEGUNDO PUESTO (FINALISTA): «Plan B», de la escritora María del Pilar López Almena (España).

MENCIONES DE HONOR: «Era una santa«, de Luciano Montero Viejo (España); «Saltaré«, de Miguel Asensio (España); «Hasta la próxima«, de Ignacio Martínez Buenaga (España); «¿Desea algo más la señora marquesa?«, de Raúl Izquierdo García (España); «Encuentros literarios«, de José A. Gago Martín (España); «El castillo de playmobil«, dé Alberto de Frutos (España).

Así que, he tenido el honor de que uno de los microrrelatos que envié mereció el SEGUNDO PUESTO (FINALISTA), acreditado con un premio de 100 euros y un Diploma.

¡¡Y estoy más que contenta!!

¡Muchas gracias a Jorge Alonso Curiel y al Jurado por este puesto! ¡Muchísimas Felicidades a la ganadora, Carmen Noelia Rodríguez, y a los demás acreditados con una Mención de Honor! Espero y deseo que este certamen siga manteniéndose en el futuro y haciéndonos disfrutar con tantos buenos microrrelatos, un género que siempre me ha gustado y que cada día me entusiasma más.

Este es el microrrelato…

PLAN B

Apostado en una esquina observaba la calle. Una mujer desde su piso le tiró un jarro de agua fría: «¿Qué haces ahí, maleante? ¡A tu casa!», gritaba. Se movió sacudiéndose el agua y sin darse cuenta pisó a un mendigo que dormitaba en el suelo. El hombre se levantó raudo y le amenazó con un cuchillo: «¡Atrévete a golpearme otra vez!». Salió espantado y casi le atropella un coche… «¡Atontao! ¡Mira por dónde vas!». Aun con el susto en el cuerpo miró alrededor: una madre encolerizada reñía a su hijo; dos hombres discutían por un partido de fútbol; varios niños jugaban a disparase con armas de juguete; una tienda, en sus monitores de TV, mostraba guerras, desolaciones, desastres, muertes violentas, políticos dictando normas represivas… Apesadumbrado, llegó a la nave y envió un mensaje a su planeta: «Descartado acercamiento amistoso. Poner en marcha el plan B, la conquista y aniquilación total».

María del Pilar López Almena.

HALLOWEEN-SAMHAIN TORRELAVEGA 2022

HALLOWEEN-SAMHAIN TORRELAVEGA 2022

Ha sido todo un honor y un privilegio poder asistir a las jornadas ENIGMAS EN EL TEATRO, organizadas por la Concejalía de Festejos del Ayuntamiento de Torrelavega (Santander), de la mano de su concejala Patricia Portilla, y del escritor Mariano Fernández Urresti. Cinco días inolvidables escuchando a grandes autores del misterio para celebrar este HALLOWEEN-SAMHAIN, con tantas e interesantes lecturas.

El cartel no podía ser mejor… Mariano Fernández Urresti, Jesús Callejo, Juan Gómez Ruíz, Jose Antonio Caravaca, Óscar Fábrega y Javier Sierra, todos ellos experimentados escritores en su campo y que participaron también en la grabación en directo del espacio de RNE, Espacio en Blanco, el programa de misterio más legendario de la radio española, de la mano de su director y presentador, Miguel Blanco. Además, también estuvieron presentes Martín y Sofía Sierra, hijos de Javier Sierra, que apuntan maneras desde su juventud, dignos herederos de la estela de su padre. Y que decir del entorno, el maravilloso Teatro Municipal Concha Espina de Torrelavega… Como digo, unas jornadas para no olvidar.

JUEVES 27 DE OCTUBRE

Mariano Fernandez Urresti y Patricia Portilla fueron los primeros que inauguraron un escenario plagado de alusiones a las fechas en las que se celebraba. Tumbas, fantasmas, lápidas…, toda la imaginación posible, junto a un estupendo juego de luces nos acompañaron todas las jornadas. Un dígno y más que logrado marco.

Juan Gómez Ruiz es un periodista, escritor apasionado e investigador incansable.y sus pesquisas le han llevado desde el cono sur de África hasta el Círculo Polar Ártico. Actualmente dirige y presenta el programa Nueva Dimensión; es director de la sección Qué te gusta un misterio en Onda Cero; forma parte del equipo del programa Espacio en Blanco de RNE y colabora en el ámbito de la televisión en Cuarto Milenio, TVE y Discovery MAX. Así mismo es redactor de diferentes artículos para revistas especializadas como Año/Cero, Enigmas. Como escritor fue galardonado con el Premio Enigmas, concedido por Prisma Publicaciones, de Editorial Planeta, al mejor libro de investigación periodística por su obra Las cuevas y sus misterios. Asimismo, es coautor del libro Cantabria incógnita y misteriosa. Con la editorial Guante Blanco ha publicado El Experimento Atómico, y en la jornada del 27 de octubre nos habló de su último libro, en parte una ampliación de este último, titulado Veteranos Atómicos, de la editorial Cydonia. Como él mismo dijo, el terror en su más cruda dimensión. Juan Gómez es el único español que pertenece a la Asociación de Veteranos Atómicos de EE UU.

Seguimos disfrutando del escenario fantasmal cuando Mariano F. Urresti presenta al nuevo invitado, Jesús Callejo Cabo, a quien, con toda seguridad, no hace falta presentar. Investigador y escritor español, leonés, para más señas y licenciado en Derecho por la Universidad de Valladolid, tiene en su haber una amplia trayectoria como divulgador especializado en la historia insólita, las tradiciones y las leyendas. Colaboró en el programa de radio La Rosa de los Vientos del recordado Juan Antonio Cebrián (y desde el 2007 de Bruno Cardeñosa) en la emisora Onda Cero Radio desde 1997 a 2012. Es asesor editorial de la revista Historia de Iberia Vieja, y colaborador habitual de revistas especializadas como Año/Cero, Más Allá de la Ciencia, etc., además de autor de más de veinte libros. Desde marzo de 2013 es director del programa radiofónico La escóbula de la brújula, programa de divulgación histórica, viajes y misterio. En Torrelavega nos habló de los ejércitos de muertos y las leyendas de la caza salvaje, entre otras apariciones como no podían faltar, la Santa Compaña. Como es habitual, escucharle es un auténtico placer.

El escenario se tornó en morado, el color de la oscuridad y la brujería, para hacer entrega a ambos de un recuerdo del evento, una estatuilla realizada por Silvia Valle Cerámica, expresamente para este acto, entregadas por la concejala de festejos, Patricia Portilla.

Yo no merecía ninguna de esas estatuillas, pero al menos para la foto, me hice con una… ¡¡Y tan feliz!!

VIERNES 28 DE OCTUBRE

El día 28, viernes, contó con dos invitados de gran altura. Primero, Mariano F. Urresti, cántabro y gran amante de su tierra, fue asesor del Consejo de RTVE en Cantabria y es autor de veintinueve libros. En su ponencia nos hizo una semblanza de las Tumbas de su Vida, un paseo por aquellos lugares de enterramiento de los personajes de sus libros, desde Aia, la protagonista de La pintora de Bisontes Rojos, hasta Colón, en su último libro Colón y el mapa templario, ambos de Almuzara Libros, pasando por Arthur Conan Doyle (Las violetas del círculo Sherlock), Charles Dickens (El enigma Dickens), Gustavo Adolfo Bécquer (Los fantasmas de Bécquer), Julio Verne (La tumba de Verne), y hasta un imaginaio caballero templario llamado William de Yorkshire (La espada del diablo). Todas ellas acompañadas del buen hacer y la facilidad de palabra de este magnífico autor.

Junto a Mariano, la jornada del viernes estuvo amenizada por Javier Sierra, escritor de fama mundial, autor de novelas y multitud de libros de investigación donde recoge prácticamente todos los enigmas y misterios conocidos y por conocer. Es el único escritor español en el Top Ten de la lista de los más vendidos de Estados Unidos, elaborada por The New York Times en abril del año 2006. Ya antes, se había situado en el puesto numero seis con La cena secreta, novela, finalista del Premio de Novela Ciudad de Torrevieja, que se editó en 42 países, siendo el segundo español contemporáneo más traducido según Index Translationum. Premio Planeta 2017 por El fuego invisible, también obtuvo el Premio Búho 2021 a la mejor edición de 2020 con su novela (relacionada con la Pandemia) El mensaje de Pandora. En esta ocasión nos habló de los símbolos oculto del arte, una semblanza de su libro El maestro del Prado (2013, Planeta), que ya tuve ocasión de disfrutar en su presentación en Valladolid.

Y, como no, mi amiga Ana Rodríguez y yo, nos hicimos una fotografía a su lado con uno de sus libros, La España Extraña, escrito al alimón con Javier Callejo. Incluso, junto con Maite F. Muga, quisimos quedarnos con su estatuilla… Mejor colofón, imposible.

SÁBADO 29 DE OCTUBRE

El sábado tocaba jornada multitudinaria. Empezó con una mesa redonda presidida por Miguel Blanco y con varios de los ponentes, donde se habló del fenómeno OVNI, en el que tanto Jose Antonio Caravaca, como Javier Sierra, son expertos reconocidos. Este último, además, relató su propia experiencia con un objeto volador no identificado en el mágico entorno de Montserrat. Y, como un invitado de excepción, Martín Sierra, su hijo, hizo gala del extenso conocimiento que ya posee de este tema. Martín, de 15 años, es uno de jóvenes que ha tenido el privilegio de participar en un campus de entrenamiento de verano de la NASA, en el que se les explicó lo que esperan que sea la futura misión a Marte.

Durante la segunda parte, a partir de las 20:30 de la tarde, se grabó en directo en el Teatro Concha Espina de Torrelavega, el programa de radio Espacio en Blanco. Contó con la presencia de casi todos los ponentes y con la de Miguel Ángel Ruiz, habitual colaborador, así como de los hijos de Javier Sierra, Martín y Sofía, hablando de su visión de los jóvenes. Una perspectiva tal vez privilegiada, pero que pisa fuerte para el futuro.

DOMINGO 30 DE OCTUBRE

Por fín el día que más esperaba, el de la charla de Oscar Fábrega, editor y amigo y con quien tenía muchas ganas de reunirme. Como era de esperar, la foto de rigor fue lo primero, y junto a la bella Raquel Berenguel.

Tras la presentación de rigor, a cargo de Mariano F. Urresti, empezó la comunicación de Oscar Fábrega, dedicada a los Ritos de Muerte, uno de los universales humanos desde el inicio de los tiempos. Es una charla inédita, así que fuimos unos privilegiados.

Oscar Fábrega Calahorro (Almería, 1976), es un apasionado de los misterios además de un incansable buscador de la verdad y el conocimiento. Licenciado en Humanidades, amante de la filosofía y la antropología, siente especial predilección por la literatura y la historia. Ha desarrollado una amplia trayectoria literaria como blogger y articulista en diversos medios de la red, entre los que destaca su página de Facebook Pa lo que hemos quedao (en la que tuve la suerte de participar muy activamente y tristemente desaparecida) que llegó a tener cerca de 60.000 seguidores. Actualmente dirige, junto a Raquel Berenguel, el programa de radio Tempus Fugit, de Candil Radio (Huercal de Almería), un referente en el mundo de lo desconocido. También es el director de la Editorial Guante Blanco, una apuesta por autores noveles y de calidad con el objetivo es abrir una vía de publicación para libros que, por sus características o contexto, no encajan en la autoedición y/o merecen contar con apoyo de otras editoriales.

Además de colaborar de forma habitual en las revistas El Ojo Crítico, Enigmas, Más Allá y Clío Historia, hasta el momento, ha publicado las obras Prohibido excavar en este pueblo (Planeta, 2013), Compendium Rhedae: 100 años de Rennes-le-Château (Círculo Rojo, 2017, escrito junto a Xavi Bonet y Enric Sabarich), Pongamos que hablo de Jesús (Planeta, 2017), ¿Son reales? Reliquias de Cristo (Oblicuas, 2017), La Magdalena: verdades y mentiras (Guante Blanco, 2018), Homo Insolitus y Homo Insolitus2 (Guante Blanco, 2022). Además, ha escrito varios relatos de ficción que han sido editados en las antologías literarias 13 muertes sin piedad y Año Uno (ambas editadas por Soldesol en 2016), Letras para el camino (Letras de esparto, 2016) y Hellven (Susaeta, 2019); y ha coordinado el proyecto filosófico-literario Aprende a pensar, que ha concluido con la publicación de la obra Todos los lectores de este libro son idiotas (Círculo Rojo, 2016). Su último libro con Guante Blanco ha sido Dios ha vuelto: mormones, rastafaris, alienígenas ancestrales y espaguetis con albóndigas, con prólogo de Jesús Callejo y epílogo de José Antonio Caravaca. Lo último que ha publicado es Eso no estaba en mi Libro de Historia de los Cátaros (2022), de la editorial Almuzara. Pero sigue siendo el hombre de los mil proyectos.

Es todo un honor para mí contar con la amistad de Oscar Fábrega. Apropiandome de algo que él dice siempre… Eternamente agradecida. Aquí con él y una cuadrilla inigualable, Ana Rodríguez (autora del libro Neuronas Espejo: Manual de navegación) y Maite F. Muga. ¡Que bien lo pasamos!

La última ponencia del domingo no pudo tener mejor protagonista. El gran Jose Antonio Caravaca… Además de un hombre sabio, tiene un humor envidiable e inigualable. Lo que nos hizo disfrutar en esa ultima intervención no tiene precio…

José Antonio Caravaca está considerado como uno de los ufólogos más destacados del panorama actual. Pertenece a la última hornada de investigadores y escritores centrados en el mundo de las paraciencias que surgieron a principios de la década de los noventa en España. Viajero y lector empedernido, ha publicado más de quinientos artículos de investigación sobre ovnis, criptozoología, arqueología y otras cuestiones relacionadas con lo heterodoxo. Es colaborador de las revistas especializadas Enigmas, Año/Cero, Más allá y El ojo crítico, además de otros medios de comunicación internacionales. En 2013 participó en una obra conjunta con varios investigadores y periodistas españoles bajo el título Hay otros mundos (Editorial Cydonia). En 2015, sus reveladoras pesquisas sobre las denominadas Diapositivas de Roswell tuvieron una amplia repercusión mundial. Es autor de cuatro libros dedicados exclusivamente al tema ovni: La última profecía de Julio Verne (Espejo de Tinta, 2007), prologado por el periodista y escritor J. J. Benítez; Expediente Roswell: el informe defnitivo (Ediciones Oblicuas, 2016), con prólogo del conocido novelista e investigador Javier Sierra; Ovnis, las operaciones secretas de la CIA (Ediciones Oblicuas, 2017); y Ovnis: las 50 mejores evidencias (Editorial Cydonia, 2017).

Con la Editorial Guante Blanco ha publicado varias obras: Distorsión. ¿Una Teoría Explicativa? (2019); Ica: La increíble historia de un pasado que nunca existió (2020); En la mente de los OVNIS (2022). De este último es del que nos habló en Torrelavega. Una auténtica gozada.

Ya solo me queda expresar mi agradecimiento a tantos amigos con quienes nos juntamos. Con algunos tuve el inmenso placer de compartir charla y foto, con otros solo una agradabilisima charla, pero todos estarán en mi corazón.

¡¡MUCHÍSIMAS GRACIAS POR ESTAS MARAVILLOSAS JORNADAS!!

AlmaLeonor_LP

DESTINO INCIERTO

DESTINO INCIERTO

Imagen: Ramon Casas i Carbó

Relato finalista en el VIII Certamen de Microrrelatos Ateneo de Mairena del Aljarafe (Sevilla)

Le insisto acerca de la trascendencia del destino, pero es como darse contra un muro: persevera en que el destino resulta irrelevante si no nos esforzamos en disfrutar del trayecto, que solo desea experimentar una inédita experiencia a cada minuto, que la incesante concatenación de hallazgos inesperados enriquece nuestro devenir… que carece de lógica obsesionarse con el destino.

Estrangulo el asentimiento en mi garganta. Lleva razón: nadie argumentó jamás con tamaña nitidez mi verdadera misión en la vida.

Empero, enfrentándome a dicha lógica aplastante, reniego de ella y repito que en esta agencia de viajes no trabajamos así.

Blog Las Crónicas del Otro Mundo

«Las Crónicas del Otro Mundo»,
Adrián E. Belmonte y Carlos López,
Editorial Amaranta

AL BORDE DE LA NATURALEZA

AL BORDE DE LA NATURALEZA

LA IDEA
El ordenamiento de los objetos debe tener un hilo conductor que sirva para transmitir un contenido. Este es el aspecto más importante a la hora de empezar a plantearse montar una exposición. Tener un criterio en torno al cual van a seleccionarse y a ubicarse las fotos que vayamos a exhibir. Esto quiere decir que hay que elegir una temática, una idea guía, una
intención principal hacia la cual va a dirigirse la composición del espacio que vayamos a disponer. Hay que partir de algún punto, hay que definir cuál será el motivo principal de la exposición que vamos a organizar. La selección de las fotografías es la clave del éxito.

LA LEY DE LA SEMEJANZA
En el ámbito expositivo COMPONER significa ordenar el espacio y este espacio, además, ha de estar dispuesto bajo un criterio que consiga una muestra armónica, homogénea, que evite los contrastes violentos. Esto es conocido como la ley de la semejanza. Una de las cosas más importantes que tendremos en cuenta a la hora de montar una exposición, es dar la sensación de que el espacio nos invita a estar y, sobre todo, a mirar. Y de la armonía que se desprendan estas dos sensaciones dependerá la calidad del mensaje que pretendamos transmitir.

AL BORDE DE LA NATURALEZA
Una mirada abierta más allá de todo lo que nos rodea.
El marco en la naturaleza lo pone tu mirada.

Exponer es avanzar en la carrera del fotógrafo como artista.
Intencionalidad: Reflejar y mostrar una profunda veneración por la belleza y la libertad del mundo natural.

Pero el arroyo siguió fluyendo. Uniendo el Pasado y el Futuro.
Su búsqueda fue larga. Pero segura.
Pues el Espíritu vivía, esperando.
Liberado, resurgió su Poder.
El Lobo recobró su libertad. La Tierra toda.

LA LEYENDA DEL LOBO CANTOR
(George Stone)
Para llegar a la montaña tienen que atravesar 7 valles: el
valle de la búsqueda, el valle del amor sin límites, el valle del
conocimiento, el valle de la independencia (de la libertad), el
valle de la pura unidad, el valle del vértigo del
enamoramiento que priva de toda certeza y, finalmente, el
valle de la pobreza y la muerte (el olvido de sí), valle más
allá del cual no se puede avanzar.
“El lenguaje de los pájaros”
(Farid ud-Din Attar)
La vida es un fulgor tan
breve que la ardilla,
rojo relámpago del
bosque,
hace todo deprisa;
por si la diera tiempo.

JOSÉ JIMÉNEZ LOZANO
LOS QUE INICIARON EL VIAJE SE CONVIRTIERON
EN SUS PROPIOS AMIGOS Y A LA VEZ ENEMIGOS
DE SÍ, PORQUE CADA CUAL ES PRISIONERO DE
SUS ILUSIONES.

“EL LENGUAJE DE LOS PÁJAROS”
(FARID UD-DIN ATTAR)
LIBERTAD
PORQUE SÍ, EL AGUA
ECHÓ A CORRER, SALTÁNDOSE EL REGATO.
¿HACIA DÓNDE?
¿Y QUÉ LE IMPORTA AL AGUA?

JOSÉ JIMÉNEZ LOZANO
No aprendas nada, y el próximo mundo será
igual que éste, con las mismas limitaciones y
pesos de plomo que superar.

JUAN SALVADOR GAVIOTA
(Richard Bach)

Proyecto Expositivo de mi marido, Jose María de la Portilla, trabajo teórico final del curso de fotografía que ha realizado durante los últimos seis meses. Todas las fotografías son suyas.

AlmaLeonor_LP

HUELLAS EN LA NIEVE

HUELLAS EN LA NIEVE

Imagen: Lily Seika Jones

«No me gustan las manadas. No nací para ser gregario. No me gustan las leyes dictadas por los clanes. No nací para dominar, ni para ser dominado. Nunca seré tu jefe… ni tu subordinado… pero, si quieres, correré contigo a través de la estepa hasta los lugares que nos están prohibidos; allí donde la manada no se atreve a internarse… donde el mundo es magia y la realidad la tejen las invisibles manos de las viejas y sabias normas.»

Javier Arries.