LA LUCIÉRNAGA Y LA SERPIENTE
Cuenta la leyenda, que una vez, una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga; ésta huía rápido y con miedo de la feroz depredadora, pero la serpiente no pensaba desistir. Huyó un día y ella no desistía, dos días y nada. En el tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga paró y dijo a la serpiente:
– Puedo hacerte tres preguntas?
– No acostumbro dar este precedente a nadie, pero como te voy a devorar, puedes preguntar.
– ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?
– No.
– ¿Yo te hice algún mal?
– No.
– Entonces, ¿Por qué quieres acabar conmigo?
– PORQUE NO SOPORTO VERTE BRILLAR.
Imagen: Umberto Brunelleschi
Texto extraído del muro de mi amiga Gloria Chan.
Curioso, hoy mismo he leído una pequeña fábula que si bien no tiene mucho que ver en la moraleja sí se asemaja, asemeja, perdón, un poco.
Una rana y un escorpión tienen que cruzar un río, el escorpión le pide que le lleve encima a la rana, esta piensa que como la necesita para cruzar no le va a picar, pero en medio del camino lo hace, la rana, en plena agonía le pregunta el por qué, no le ve sentido, este le responde simplemente que lo hizo porque lo lleva en los genes.
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¡Querido Dessjuest! Si que se parece si… las fábulas son siempre lecciones de vida…
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Excelente historia.
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¡Hola!
David, Muchas gracias por pasarte por HELICON. ¡Bienvenido!
Besos.AlmaLeonor
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