MUJERES… POR CIUDAD JUÁREZ
Aunque yo no soy escritora, soy mujer. Y aunque no he participado en el encuentro de Escritores por Ciudad Juárez, siento igualmente la necesidad de expresar, por medio de la palabra, mi solidaridad y compromiso con una población tan sangrantemente azotada por la violencia.
Hace tiempo conocí a una persona que trabajaba en un proyecto de ayuda a la mujer en una zona africana. Su mensaje era siempre el mismo. Sus palabras siempre ensalzaban a la mujer que, pese a todos los avatares que le deparaba la vida, era capaz no solo de sacar adelante a su familia y superar sus pesares, sino también de sonreír y tener esperanza en el futuro. “No son solo carne de cañón” repetía.
La imagen de la mujer de Ciudad Juárez no debe ser únicamente la de la depauperada y maltratada. Me gustaría descubrir aquí el latido de su corazón, el sudor de su frente, la risa de su boca, el amor que desprende, la fortaleza que la domina, la fe, la esperanza, la solidaridad, la amistad… Son mujeres que luchan, que sufren, que ríen, que aman, que se desaniman, que se enojan, que se reconcilian con el mundo, que leen, que lloran, que miran al cielo, que cavan una tumba… Son mujeres como tu, como yo, como ella, mujeres que viven, que mueren.
Son mujeres de Ciudad Juárez. Y todas tienen una historia que contar, que vivir, que mostrar y que ocultar si les apetece. Me gustaría hacer ver que también son mujeres que quieren conocernos y a quienes hay que conocer, pero por ellas mismas, por su ser como personas y como mujeres.
Así lo veía mi amiga. Solo que ella hablaba de mujeres africanas y siempre mostraba fotografías de mujeres sonriendo, nunca maltratadas. Porque, decía, ellas sonríen. Quieren sonreír, tienen todo el derecho del mundo a hacerlo, y tienen el apoyo de mucha gente para que así sea. Tienen el mío.
¡Ese es el mensaje que me gustaría transmitir!
AlmaLeonor
HELICON 