LAS MENINAS… O CASI.

LAS MENINAS… O CASI.

Las_Meninas_by_Diego_Velázquez

Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, el insigne pintor del siglo de oro español conocido como Diego Velázquez, nació un día veraniego de Sevilla de 1599. Fue bautizado el 6 de junio de ese mismo año, siendo la única fecha que se dispone para referenciar su nacimiento. Su fallecimiento se produjo otro día 6, esta vez de agosto de 1660.

Entre esos 61 años desarrollo una carrera espectacular, iniciada a los 24 años como pintor de cámara del rey Felipe IV, de tal forma que ha llegado a ser considerado uno de los grandes maestros de la pintura universal. Édouard Manet (1832-1883) por ejemplo, de viaje por España en 1865, quedó maravillado con su técnica y perfección y le designó como «pintor de pintores» y «el más grande pintor que jamás ha existido». Manet estaba entusiasmado con algunas de sus obras, como por ejemplo el cuadro de Pablo de Valladolid (1636-37, llamado en un principio Retrato de un actor célebre en tiempo de Felipe IV) en el que el genial pintor no delimita ni el suelo ni el fondo, sino que es la profundidad de la sombra en proyección diagonal, el único elemento que crea el espacio. Para Anton Raphael Mengs (1728-1779) esta y otras obras de Velázquez parecían hacer circular el aire alrededor de las cosas  pintadas. Tal era su maestría. Manet no pudo por menos que extasiarse: «…El fondo desaparece. Es aire lo que rodea al hombrecillo…». Realizó una obra, El Pífano, con esta técnica a su vuelta a París en 1866.

Sin título        Pablo de Valladolid, de Velázquez                                      El Pífano, de Manet

Por cierto que este personaje, Pablo de Valladolid, no corresponde, como podría indicarnos su apellido, a un vallisoletano de nacimiento, sino que era originario de Vallecas (provincia de Madrid, donde posiblemente nació en 1587) e hijo de Hernando de Valladolid (este si pudiera ser de pucela, aunque no encontré datos) y María Cabezudo. Pablo entró al servicio de la corte posiblemente antes de 1633, aunque es de este año de cuando se tienen noticias documentadas de su adscripción al cuerpo de “bufones” palaciegos, aunque la ausencia de deformidades hace pensar que fuera un “truhan” o “entretenedor discreto” en palacio. Se casó con Beatriz de Villagrá y falleció el 1 de diciembre de 1648 dejando como herederos a sus dos hijos.

Volviendo a Velázquez, de su primera etapa se conservan muchos retratos de la corte (Retrato del Infante don Carlos, por ejemplo, de 1626), eclesiásticos (Adoración de los magos, 1619 o Jerónima de la Fuente, 1620) y del pueblo llano (Vieja friendo huevos, de 1618). Es en su madurez, a partir de 1631, cuando pinta sus obras más conocidas y monumentales como La Rendición de Breda, sin abandonar los retratos reales (Felipe IV a caballo, 1634; El Príncipe Baltasar Carlos a Caballo, 1635; la Reina Isabel de Francia, 1636). Y es en su última década de vida cuando realiza algunas de las obras consideradas maestras: Las Hilanderas y Las Meninas (1656).

Las Meninas, como se conoce el cuadro desde el siglo XIX, o La familia de Felipe IV según se describe en el inventario de 1734, está considerada la obra maestra de Velázquez. La fecha que se atribuye al cuadro es de 1656, según los estudios de Antonio Palomino  (1655-1726) y aceptado por la crítica. Es por lo tanto una pintura de su etapa de madurez, una obra monumental de 3,18 mt de altura por 2,76 mt de ancho. Y es una de las obras pictóricas más analizadas, comentadas y reproducidas en el mundo del arte.

Sin título

La interpretación artística está basada en el estilo realista del pintor y la maravilla del “momento captado” como si de una fotografía instantánea se tratase. Hasta pilla a un personaje, José Nieto Velázquez, el  “aposentador” (encargado del cuarto y protocolo) de la reina en la puerta de salida, sin que se sepa muy bien si entra o sale, y a los reyes Felipe IV y Mariana de Austria, reflejados en el espejo para advertirnos que los ojos que miran la escena no son los nuestros, sino los de sus majestades. Velázquez en ese ademán de asomarse por un lado del caballete evidencia por fin, la auténtica realidad de toda la escena. Son los Reyes a los que está pintando el insigne retratista, pero quienes aparecen en primer plano en su monumental cuadro, son los espectadores, la infanta Margarita Teresa de Austria, sus damas, sus bufones y su perro.

Diego_Velázquez_Las_Meninas_Die_Hoffräulein_Schema

Otras interpretaciones de carácter ocultista se han venido a sumar a la anterior, alentada por el descubrimiento de las obras de este tipo que el pintor guardaba en su gabinete. Así, J. A. Emmens y Santiago Sebastián, han concluido que por ejemplo, la enana Mari Bárbola, sería el emblema de la envidia o la codicia (por la bolsa que lleva en las manos). El enano Nicolasito Pertusato, representaría el mal (en algunos tratados el mal aparece de rojo) o la locura, por la patada que propina al perro, que simbolizaría la fidelidad.

800px-Meninas_Corona_Borealis

Pero esta es solo una de las muchas interpretaciones que se han ofrecido del cuadro y que en algunos casos le conceden propiedades incluso astrológicas. Así, se dice que uniendo con una línea imaginaria el corazón, o las cabezas, de las que serían las cinco figuras principales: Velázquez, la menina Agustina Sarmiento, la infanta Margarita, la menina Isabel de Velasco y el aposentador José Nieto, se puede reconstruir el dibujo de la constelación Corona Borealis, cuya estrella central se llama Margarita Coronae, como la infanta que ocupa también el lugar central en el cuadro. Además, trazando un círculo entre estos personajes y añadiendo líneas hacia los personajes secundarios se obtendría el signo de Capricornio, que era el signo zodiacal de la reina Mariana de Austria. Por último, se dice que la luz que entra desde las ventanas coincide con la fecha del 23 de diciembre de 1656, fecha del cumpleaños de la reina.

En fin.

Pues yo también voy a lanzarme a ofrecer otra curiosidad (no una interpretación, dios me libre) que he encontrado con respecto a este cuadro. Buscando un día imágenes de gabinetes interiores del siglo XVII para un trabajo de clase, me encontré con esta imagen

shakespeares-family

Se trata de un grabado alemán del siglo XIX en el que de forma idealizada se representa al escritor inglés William Shakespeare leyendo un libro ante su esposa e hijos. Sin embargo, yo le encuentro muchas similitudes con Las Meninas… El escritor aparece en el centro de la escena de la derecha como la infanta Margarita de Austria en Las Meninas, rodeado de “su corte”, personajes que se inclinan hacia él, como en el cuadro de Velázquez, y que incluyen hasta el perro a sus pies.  En la parte izquierda de la escena, un hombre mayor, aparece como “asomándose” a la escena anterior, como el pintor en Las Meninas, y la silla en la que está sentado tiene un respaldo alto y plano de madera, como si fuese el caballete del lienzo de Las Meninas. Por último, un cuadro en el lado derecho de la escena, con una figura regia, se asemeja al espejo de Las Meninas donde están reflejados los soberanos españoles. Y a su lado, en el quicio de una puerta, una muchacha, seguramente una sirvienta, se muestra indecisa sobre si entrar o salir, sin dejar de “echar un ojo” a lo que está aconteciendo en el salón.

Por supuesto que una litografía carece de la perfección, de la técnica y de la “magia” que Velázquez imprimía en sus obras, pero es ver la imagen en blanco y negro y … no se… ¿ver Las Meninas?

AlmaLeonor

Una respuesta a «»

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.